Tiffany & Co decidió llevar a LVMH ante los tribunales al conocer que habían cancelado el acuerdo y, 24 horas más tarde, LVMH responde.
La que podía haber sido la mayor operación de la historia del lujo gracias a LVMH no tendrá un final feliz. La semana pasada conocíamos, a través de un comunicado oficial, que el grupo no seguirá adelante con la compra de Tiffany, acordada a finales del año pasado por 14.700 millones de euros. Ahora, tanto el grupo como la firma de joyería se verán ante los juzgados.
El primer paso de LVMH por cancelar la compra de Tiffany se atribuye a la decisión de una corte del Gobierno francés en la que le exigía retrasar la operación hasta más allá del 6 de enero debido a la amenaza del Ejecutivo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer impuestos a la importación de productos francés. Por otro lado, Tiffany había solicitado retrasarla hasta el 31 de diciembre, a pesar de que el deadline fijado marcaba el 24 de noviembre.
En definitiva, las tensiones comerciales con Estados Unidos y el estallido de la pandemia del coronavirus pusieron en jaque el futuro de esta operación. Tras esta decisión de LVMH, Tiffany & Co decidió llevar al grupo ante los tribunales y la empresa exige «cumplir con sus obligaciones contractuales y completar la compra este año«.
“Lamentamos tener que tomar esta acción pero LVMH no nos ha dejado otra opción que comenzar un litigio para proteger a nuestra compañía y a nuestros accionistas”, argumenta Roger N. Farah, presidente del consejo de administración de Tiffany.
En el comunicado oficial, Tiffany & Co también afirma que la pandemia del coronavirus no es una excusa para solicitar las aprobaciones a tiempo. «No hay base en la ley francesa para que el ministerio de asuntos exteriores ordene a una compañía a que incumpla un acuerdo válido, y las negociaciones unilaterales de LVMH con el Gobierno francés, sin notificar o consultar a Tiffany, suponen una ruptura de las obligaciones de LVMH dentro del acuerdo”.
LVMH responde
24 horas más tarde de la demanda de Tiffany al grupo, LVMH responde «es difamatoria y nos defenderemos de manera vigorosa”, y afirman estar sorprendidos por la demanda de la empresa de joyería.
Desde el grupo afirman que la demanda de Tiffany estaba claramente preparada desde hace tiempo y que ha sido comunicada de una manera engañosa a los accionistas. Además, afirman que la demanda demuestra la deshonestidad de Tiffany en sus relaciones con LVMH. “Esta acusación no tiene fundamento y LVMH se lo demostrará al Tribunal de Delaware”.
«La Junta de LVMH tuvo la oportunidad de examinar la situación económica actual de Tiffany y como han gestionado la crisis. Señaló que los resultados del primer semestre y sus perspectivas para 2020 son muy decepcionantes y significativamente inferiores a los de otras marcas del Grupo LVMH durante el mismo período«.
Por último, Arnault afirma que: “LVMH confirma, por tanto, que no se cumplen las condiciones necesarias para la conclusión de la adquisición de Tiffany”.