Esta temporada es la de vestir bien y con ganas, la de no dejarse nada en el tintero y la de tener muy en cuenta complementos mágicos, como joyas destinadas a vivir mucho tiempo.
El verano ha quedado atrás, y con él sus tendencias, y septiembre da paso a días que se enfrían para alejarnos de esas prendas que no nos hemos quitado durante unos meses de ensueño en los que el dorado del sol era protagonista. Sorprendentemente, la nueva temporada es mucho más que nuevas tendencias y es que la moda ha decidido aliarse entre estilos, estampados, texturas y colores. Aunque seguimos a caballo entre décadas pasadas, esta temporada es la de vestir bien y con ganas, la de no dejarse nada en el tintero y la de tener muy en cuenta complementos mágicos, como joyas destinadas a vivir mucho tiempo. En definitiva, el pasado y el futuro están más aliados que nunca y recuperar para revivir es la clave. Aquí el manual de estilo para dar la bienvenida a una temporada que echaremos de menos en un futuro.
La estrella de la temporada
Desde sus inicios, la blazer ha pasado por un sin fin de rediseños, ha tenido mejores y peores momentos hasta que, por fin, la hemos bautizado como un esencial para cualquier momento del día. Pues bien, teniendo en cuenta su larga historia y todo el tiempo que lleva a nuestra vera, esta temporada tiene una estrella (y una tendencia) por excelencia y es el blazer en todas sus versiones, en una amplia variedad de colores, tejidos y formas. Con hombreras, en clave oversized o en clave mini, la clásica de una working girl o con estampados más arriesgados…La blazer nos viste este otoño de pies a cabeza y añade un extra de brillo con piezas de joyería que hablan por sí solas y es que la alta joyería se aleja de ser complice únicamente de momentos especiales para convertirse en una pieza del día a día.
La elegancia y los 80, claves de la temporada
Tras ver lazos adornando todo tipo de prendas y complementos, el adorno por excelencia (y el más elegante) que nos ha cautivado vuelve al lugar que le vio nacer: el cuello; y en una prenda clave: las blusas de organza, con lazos en versión XL y estampada o en tonalidades dulces. A esta tendencia se suma el legado estético de los años 80: las hombreras y mangas abullonadas en su version también más romántica. La combinación perfecta se encuentra en complementos que adoptan un toque más serio, como un reloj con guiños al pasado y pinceladas actualizadas, o joyas especiales que se adaptan al día a día de una mujer dulce pero atrevida.
Nuevos clásicos
El nuevo estilo Preppy en su version más sofisticada, así como el estilo “collegue” o el burgués de los 70 que saca su lado juvenil vuelven pisando fuerza para vestir los primeros días de la temporada; claro que por eso no es de extrañar que el tan clásico jersey de rombos sea uno de los más buscados, o que la camisa blanca se haya versionado en un sin fin de estilos. Esta temporada tampoco es la de despedirse de los cuadros y el tartán, ya que vuelven a ser los reyes, sobre todo, de abrigos y trajes de dos piezas. En su versión escocés o al más puro estilo de los años 40, estos estampados triunfarán desde hoy y hasta el fin de la temporada. ¿Su aliado? La otra gran tendencia en joyería, una buena dosis de dorado en cualquier tipo de joyas que tengan un denominador común: inmortalidad.
Del monocolor a el mix&match de texturas
Las texturas y los colores se imponen esta temporada para hacer de ella, y de la moda, un juego divertido. Mientras el look monocolor gana por goleada, lo de combinar texturas es el reto de este otoño. Hablamos del fucsia, el favorito de los millennials, del azul en todas sus versiones (klein, añil, cian…) y de todos los colores en general (otoño llega colorido). Hablamos también del cuero en los pantalones más buscados del momento, del punto en versión tricot, de las lentejuelas que ya no son solo cosa de la noche o del terciopelo y las prendas teñidas del tono que es símbolo de lujo y esplendor (el efecto oro) para las noches sin fin… Y todo esto, por supuesto, se traslada también en la joyería. No hay más que verlo.
El lado más oscuro
Siguiendo con esa línea tan sofisticada que caracteriza esta temporada, el gótico, el punk y el grunge irrumpen de nuevo en nuestros vidas de manera inesperada. Un lado oscuro relajado con transparencias y encaje, de nuevo la década de los 70 con tachuelas o superposiciones o las superposiciones de manera extrema definen estos tres estilos que se colarán en nuestro armario. Estéticas que ya dominaron otros tiempos y que ahora tenemos que ver con otros ojos, tanto en moda como en joyería, ya que esto bien puede recordar a ese momento en el que los chokers fueron la maxima obsesión o en el que los pinchos y tachuelas invadieron todo tiempo de complementos; claro que esta vez, recordemos todo sucede de una manera más “dulce”.
Extra, extra!
Los complementos se han convertido en esenciales y cada detalle es importante (y obligatorio). En joyería, además de las piezas bañadas en oro o de las perlas en su versión más barroca, los pendientes XL pasan a un segundo plano y recuperamos piezas minis pero originales para el día a día y, para brillar en la noche, recurrimos a aquellos pendientes de metal, con cristales y extralargos, con una caída de vertigo y un efecto brillante. Por otro lado, los bolsos y los accesorios para el pelo se convierten en verdaderos tesoros y guardan un valor sentimental muy parecido al de la joyería. ¿En cuánto a relojes? Amamos el equilibrio entre el sentimiento de una historia pasada con la modernidad y la era digital de hoy.