El consumidor quiere seguir explorando nuevas vías.
Desde hace mucho tiempo vengo insistiendo en que tenemos que adaptarnos, porque lo único constante es el cambio.
Toda la transformación digital en la que estamos inmersos, los nuevos proyectos que incluso antes de salir se transforman y la alta velocidad en la que nos encontramos metidos marcan el paso de un nuevo crecimiento social y económico.
Hay que estar en constante innovación y vigilar la calidad de la información. El comercio electrónico avanza a gran velocidad y recordemos que el consumidor exige convivencia, rapidez y eficacia.
Nos encontramos en un periodo de incertidumbre total, pero de un cambio constante. Las fuentes de esta incertidumbre pueden ser el Brexit o la guerra del comercio entre China y EE.UU.
Las marcas nos han de proporcionar valor para comunicar la calidad y la autenticidad. Se estima que este año la penetración online de nuestro sector se despierte con mayor fuerza. Solo la unión del comercio físico y online es capaz de satis-facer a un consumidor más exigente. La expansión internacional es otra clave a tener muy en cuenta. El comercio y en especial su consumidor quiere seguir explorando nuevas vías.
Hay detallistas que apuestan por una vuelta a lo tradicional con un dependiente experto capaz de prescribir el producto. Todos somos necesarios. Nadie puede desprenderse. Nos incumbe a todos y todos debemos seguir trabajando y tirando en la misma dirección. Tenemos que hacer las cosas bien y mostrar total transparencia.
Este puede ser un año difícil y estancado en el mercado interior, pero un gran año para el mercado internacional. La velocidad de trasformación crece exponencialmente. Hay muchas alternativas. Unas serán modas pasajeras y otras han venido para quedarse.
El sector se enfrenta a varios retos. Quizá el más importante es el de ser capaces de adaptarnos y dar respuestas a los cambios en el consumo innovando constantemente. Tenemos que saber compartir ilusión, esfuerzo y humildad. Hay un relevo en la profesionalización. Debemos saber quienes somos y a dónde queremos ir. Se está produciendo un gran relevo generacional y en él hay que buscar la parte profesional.
La comunicación y transparencia han de ser los ejes por los que transite la integridad. Un objetivo a corto plazo ha de ser el aplicar la tecnología blockchain de forma progresiva. Salvo en muy raras excepciones no hay plan para las viejas tiendas de cómo se va abordar la nueva era; y si alguien lo sabe, no lo ha explicado.
Habrá quien no admita que al entrar en una tienda un algo-ritmo sepa más que él de lo que realmente quiere. El “ya te lo dije” ha muerto. Estamos en la sala justa y en el momento adecuado para disfrutar de una experiencia próxima y real, pero mucho más adecuada al consumidor de hoy.