Este año, Breguet presenta una nueva variante del modelo Reinade Nápoles 8908, el primer reloj de la línea que bajo el mismo nombre, se lanzó en 2002.
Esta novedad se caracteriza por la combinación de una caja de oro rosa engastada con 128 diamantes, con una esfera parcialmente hecha de nácar de Tahití, que reaviva las principales características del modelo original, como las fases de la luna y el indicador de reserva de marcha situados a las 12 h., así como el disco horario y el pequeño segundero descentrados a las 6 h. y a las 7 h. respectivamente.
La distribución de estas funciones se inspira en el primer reloj de pulsera de la historia, que A.-L. Breguet fabricó entre 1810 y 1812 para Caroline Murat, Reina de Nápoles. Según los archivos históricos de la Casa, que se conservan en el museo Breguet (Place Vendôme, París), la pieza nº 2639 era un reloj de repetición ovalado para llevar en la muñeca. Poseía un escape de áncora, conocido como «escape libre» y estaba dotado de un termómetro y de un indicador de avance/retroceso fuera de la esfera, que en la referencia 8908 se han sustituido por la indicación de las fases de la luna y de la reserva de marcha. Cuando se entregó el 21 de diciembre de 1812 presentaba una esfera plateada con decoración guilloché y números árabes.
Con su nuevo Reine de Naples 8908, Breguet reinterpreta este magnífico momento de la historia de la relojería al tiempo que enriquece su gama de relojes para mujer. Al igual que con el reloj que encargó Caroline Murat, la Casa ofrece a las mujeres de hoy una pieza con personalidad, tan hermosa como técnica, dotada de un calibre automático especialmente diseñado para ellas.