Si sabemos aceptar los cambios, se avecina un futuro muy prometedor
Ya hace más de un año que nos declararon el estado de alarma y nos encerraron en nuestros hogares. Nos obligaron a paralizar la actividad que no fuera esencial y esto encendió una luz roja en el interior de nuestro sector. Solo los productos de primera necesidad y alimentación veían crecer la cuenta de resultados, mientras la nuestra no solo se ponía a cero, si no que empezó a marcar números negativos.
Un año después podemos ver que esa luz roja hizo cambiar nuestra mentalidad, nuestra ACTITUD… Y los que de verdad tomaron decisiones firmes y pudieron entender que este tema no era pasajero, hoy vuelven a ver crecer sus negocios y ya ven la claridad al final del túnel.
Después de este tiempo, la huella que está dejando la mayor crisis sanitaria vivida es sobre el consumo en joyas y relojes. Ni somos primera necesidad, ni somos necesarios para alimentar el cuerpo. Pero no podemos tirar la toalla y dejarnos arrastrar por la corriente.
Está claro que hubo un trasvase de consumo y el miedo hizo aumentar el ahorro. En el entorno que nos toca vivir tenemos que revisar las estrategias y buscar respuestas que respondan más y mejor a nuestro potencial cliente que está en permanente estado de transformación.
Es cierto que se produjeron cambios en el consumo, pero también lo es que algunas tendencias ya perfiladas con anterioridad cobraron un mayor auge y esfuerzo, se aceleraron en la puesta en marcha y tienen un papel clave en la nueva era pos-COVID-19.
La sostenibilidad y digitalización serán los ejes que más van a contribuir a esta nueva realidad y presente. Estamos ante una oportunidad única que debemos aprovechar para ganar eficiencia y competitividad y dirigir nuestro sector hacia una recuperación y crecimiento. Todas las claves apuntan a que si sabemos aceptar los cambios y ponemos las herramientas y medios necesarios, se avecina un futuro muy prometedor.
Nuestro Grupo Duplex, y todo el equipo humano que lo compone, somos conscientes de ello. Desde el primer momento hemos hecho cambios y adaptaciones al nuevo entorno y, aunque a alguno le parezcamos pesados, otros lo aceptan y dan las gracias por la ayuda y soporte que estamos brindando en esta nueva etapa.
No escatimamos ni en esfuerzo ni en tiempo empleado para que la mayoría de este sector pueda ver con más claridad el camino a seguir. Tratamos de poner los vehículos apropiados, de Ud. depende subirse a ellos para hacer el trayecto juntos, más llevadero y con mayores posibilidades de éxito. El que confía en nosotros, jamás se siente defraudado.
No hay vuelta atrás. Jamás volveremos a la economía anterior. Nos encaminamos a otra más productiva, más competitiva, pero siempre de la mano de la digitalización y con un componente muy fuerte sostenible y humano. Tenemos que ser capaces de conectar cabeza y corazón. Hay que saber elegir y estar, y nunca confiarnos. No podemos caer en la autocomplacencia.
Nuestros proyectos han de ser firmes y ambiciosos, ponerle ganas y actuar recordando que en nuestro ADN hay muchos aspectos que, aunque parezcan insignificantes, son cruciales: lo local y lo rural. Tengámoslo presente. Además de competir en precio es importante competir en servicio.
Es muy urgente que se produzcan movimientos tanto en la producción, en la distribución y en el mundo del detallista. No pensemos en crecer en el aumento de gasto del cliente, tenemos que ser mejores, saber llegar al corazón y fidelizar.
Durante esta pandemia hemos aprendido a adaptarnos. Pero lo más importante es haber aprendido que debemos tener una meta, porque sin ella no sabemos a dónde vamos. Las oportunidades están ahí, solo hay que verlas y aprovechar el momento oportuno para cogerlas. Siempre haciendo crecer la marca, ya sea de fabricación como de distribución.
Estamos ante otro dato a tener en cuenta y es la ausencia de eventos, ferias y celebraciones colectivas. Ante esto debemos reaccionar y buscar alternativas. No podemos ser de los que esperan a que sucedan las cosas… Hagamos que sucedan. No somos un fin, si no el medio que les ayudará a conseguir sus objetivos.
Hoy más que nunca se necesitan capacidades nuevas y talentos diferentes. Es necesario vivir de cerca, conocer y analizar la estructura sociológica del cliente y tener muy presente que ofrecer “café para todos” desde un despacho no es la solución.
No digamos que queremos hacer el cambio sostenible y no sabemos cómo. Todo está delante de nuestros ojos, abrámoslos. Nuestro reto es ayudar a tomar buenas decisiones y tratar que tengan buenas nuevas oportunidades.