Un proyecto empresarial largamente acariciado y muy distinto a los cánones habituales del sector.
Xiraffa debe su nombre exótico a la fascinación que despertó en dos joyeros españoles el exotismo del continente africano y a su interés por marcar nuevas pautas en el sector. Nació así una firma de joyería con el pelo de la jirafa como emblema y el compromiso de dignidad y respeto por el medio ambiente. Así la materia prima se obtiene de animales que viven en libertad en diversas reservas naturales a lo largo del continente africano y que mueren por causa natural. Para los metales nobles solo se escogen proveedores y fabricantes que cumplan unas estrictas garantías de sostenibilidad. Ello hizo que Xiraffa conquistara el mundo en su salida al exterior y ahora renueve en España su compromiso con un producto asequible, elaborado también en plata, pero siempre, siempre… singular. Para volver a fascinar al cliente con una joyería exótica y de calidad.
Existe una frase proverbial que nunca pasa de moda, la de que “nadie es profeta en su tierra”. Algo por el estilo ha sucedido con Xiraffa, pues detrás de esta marca y esta atrevida apuesta del lujo que triunfa en ciudades tan emblemáticas como Nueva York, Londres, París o Doha, se hallan dos hermanos madrileños con pedigrí joyero, a través del establecimiento Fernando Joyeros, fundado por su padre. Carlos y Raúl Álvarez crearon Xiraffa en el año 2003. Fue un viaje a África lo que acabó de despuntar un proyecto empresarial largamente acariciado y muy distinto a los cánones habituales del sector.
Creatividad
Cada elemento que conforma sus joyas, así como el producto final, pasa por un estricto control de calidad en los talleres de la firma. Exigencia y buen hacer que han dado lugar a lo que hoy es Xiraffa, unas joyas de una calidad excepcional fabricadas artesanalmente que, respetando el medio ambiente y adaptándose a la modernidad, conservan el estilo y la personalidad de sus orígenes.
Compromiso
Xiraffa no podía descuidar de ningún modo el mundo que le sirve de fuente de inspiración.
Tanto la obtención de las materias primas como el proceso de creación y elaboración de cada pieza vienen marcados por una responsabilidad con el medio ambiente que se considera parte de su deber. Es por eso que cada una de las joyas sigue un proceso de producción ecológico que prescinde de sustancias nocivas en su elaboración.
Raíces
Xiraffa hunde sus raíces en un conocimiento profundo del oficio y del sector. Gracias a su padre Fernando, que fundó una de las joyerías más emblemáticas de la capital española, situada junto a la Puerta del Sol, en el corazón de Madrid, los hermanos Álvarez conocieron los entresijos del sector de la joyería. Fue en Fernando Joyeros donde adquirieron una sólida formación profesional.