Momentos icónicos y una joya que nunca falla.
Si algo tiene la alfombra roja de los Oscar son esos momentos que hacen historia. De 1999 tenemos uno de los más recordados y que todavía hoy es fuente de inspiración; en 2022 se vuelve a repetir de la mano de Zoë Kravitz. Ambos momentos se colocan en el podio de los looks más bonitos de la historia de la gala del cine por un denominador común: un vestido rosa, una gargantilla de diamantes y una inspiración en iconos de estilo y también del cine.
Apostarlo todo al estilo clásico y rememorar el old Hollywood. Quizás esto confirme un éxito asegurado en cualquier alfombra roja por sus códigos estéticos y ese deseo que nos despierta todo aquello que nos recuerde a épocas pasadas. Sea como sea, nadie olvida ese momento en el Gwyneth Paltrow pisó la alfombra roja de la gala de cine más esperaba del año, los Oscar. Fue en 1999 cuando Gwyneth hizo historia con un vestido rosa de tafetán firmado por Ralph Lauren. Cabe recordar que, por aquél entonces, las alfombras rojas no nos sorprendían tanto como ahora hasta que, en este año, la actriz, que además recibió el premio a Mejor Actriz en su papel Shakespeare in Love, sorprendió a todos para convertirse en historia. Un vestido rosa brilló también gracias a una gargantilla de diamantes de Harry Winston (y unos pendientes y un brazalete, de la misma firma).
Confirmamos que entrar en la lista de los estilismos más inolvidables da paso a la leyenda en la que los vestidos teñidos de rosa pastel y una gargantilla brillante enamoran al público y a la historia. Y es que, en materia joyas, la gargantilla es tan clásica de alfombra roja como unos pendientes, pero su poder evidente de elevar cualquier estilismo hace que esta máxima tenga sentido año tras años.
De Gwyneth Paltrow y su Ralph Lauren a Zoë Kravitz y su impecable vestido de Yves Saint Laurent. De 1999 a 2022. La historia se repite, volviendo de nuevo a ese estilo clásico, y, seguramente, recordaremos este estilismo de la misma manera que recordamos el de Gwyneth. Zoë brilló con un vestido sencillo, impoluto, bonito, elegante y, por supuesto, histórico. Sencillo por su minimalismo, la actriz completó el vestido con una gargantilla (y pendientes) de la firma Kwiat. Se podría decir que esto ya es una tradición.
De Grace Kelly a Audrey Hepburn
En Zoë hay un poco de Audrey Hepburn, un icono de moda y de cine. Acostumbrados a una Zoë rompedora, esta vez nos ha conquistado por un estilo que también recupera uno de los cortes más famosos del cine, el flequillo lateral de Audrey Hepburn. Su moño alto de bailarina, su maquillaje y sus joyas de diamantes completan esta referencia estilística a Audrey.
Lo mismo ocurrió con Gwyneth que, por aquél entonces, muchos consideraron que su estilismo era un guiño a la elegancia de Grace Kelly.