Suárez, gracias a su cercanía, honestidad y empatía, se convierte en cómplice de sus clientes en los momentos más importantes.
La familia Suárez, gemólogos graduados por el GIA, selecciona y compra personalmente los diamantes en Amberes, Bombay, Hong Kong, Tel Aviv y Nueva York. La historia de esta empresa se remonta a 1943, cuando D.Emiliano Suárez Faffián fundó la primera tienda-taller de joyería en Bilbao, origen de lo que es hoy el Grupo Suarez.
Después de más de 75 años, la experiencia y el know-how de la marca han permitido controlar todas las etapas del proceso de creación de las joyas. La propia familia selecciona y compra personalmente en lugar de origen la materia prima, inspeccionando la pureza y la calidad de diamantes, gemas, piedras preciosas y perlas. Además, también apuestan por la joyería sostenible ya que todos los diamantes Suárez cumplen las condiciones del “Tratado de Kimberley”, sistema de certificación para el comercio internacional de los diamantes no procedentes de países en conflicto.
Suárez, gracias a su cercanía, honestidad y empatía, se convierte en cómplice de sus clientes en los momentos más importantes con sus esenciales: los diamantes y las colecciones de compromiso, que son un icono de la firma. Así es que los diamantes es uno de los puntos fuertes de esta empresa, que destacan por su brillo y excelencia.
El proceso de selección de los diamantes
Cada diamante que entra en Suárez es examinado en tres fases que garantizan el origen natural de las piedras. En primer lugar, el fabricante, seguido por el bróker, certifican el origen en factura. Los expertos gemólogos de la empresa vuelven a evaluar cada gema ayudados por la mejor tecnología y una dilatada experiencia en el sector.
Esta rigurosa selección de piedras de acuerdo con los requisitos de corte, talla, peso, color y pureza son los criterios con los que Suárez delimita el estándar de calidad de sus creaciones. Todas las piedras se examinan una a una por la propia familia, que nunca compra solo sobre certificado.
En el proceso de compra de materia prima el 99% de las piedras es descartado. Una rigurosa selección, filtro de la excelencia.
Cuatros factores de valor
Cuatro son los factores de valor por los que se juzga la calidad de un diamante y que hacen de los diamantes Suárez piedras únicas: pureza, color, talla y peso en quilates.
Pureza: encontrar un diamante cuyo interior sea completamente limpio es extremadamente difícil y de ello depende su grado de puereza, que variará en función del número de inclusiones o imperfecciones de su interior, el tamaño de estas y su situación dentro de la piedra. En el caso de los diamantes Suarez, la pureza se encuentra entre las más altas de la escala: desde IF hasta SI1.
Color: la mayoría de los diamantes no son incoloros y casi todos tienen un ligero tono amarillento. La mayor calidad de un diamante se juzga por su ausencia de color y, en el caso de Suarez, segundo la gradación oficial utilizada por el GIA (Gemological Insittute of America), los diamantes de esta casa se sitúan en una escala de color entre D y H.
Corte y Talla: un diamante bien tallado consigue que la luz actúe sobre él de forma que dote a la piedra de un brillo increíble. En todos los diamantes son vitales ls proporciones, la simetría, la forma y el pulido. En Suarez solo trabajan con los diamantes mejor tallados, los clasificamos como Excellent y Very Good.
Peso en Quilates: El peso de los diamantes se mide siempre en quilates, siendo un quilate equivalente a 0,20 gramos. Todos los diamantes Suarez a partir de 0,20 quilates tienen grabado con láser el número de certificado en el filetín, una estrecha banda que rodea al diamante.
El ADN de Suárez se ha convertido en sinónimo de búsqueda de la excelencia; además, todo el proceso de fabricación se realiza de forma artesanal en los talleres Suárez, dando así vida a cada una de las piezas inigualables, personales e íntimas que componen nuestras colecciones.