La firma ya ha abierto 6 nuevas tiendas este 2022 y espera inaugurar 15 establecimientos más antes de fin de año
Singularu, la marca que tiene como objetivo democratizar el acceso a las joyas de calidad a un precio asequible, cumple 8 años enamorando a 1 millón de clientas y 2,5 millones de joyas vendidas; y lo celebra con su plan de expansión más ambicioso hasta el momento.
La compañía, que nació en julio de 2014 como una marca cuyo único punto de venta era su tienda online, hoy ya cuenta con 27 establecimientos físicos, 6 de los cuales han sido inaugurados a lo largo de este 2022 donde residen sus clientas más fieles como Madrid, Valencia, Barcelona, Málaga, Cádiz o Logroño entre otras.
Dentro de su plan de crecimiento en el sector retail, la marca espera abrir 15 puntos de venta más en lo que queda de año. Con estas aperturas, la marca duplicará el número de tiendas físicas con las que cerró el pasado 2021. De hecho, en plena celebración de su aniversario, la marca inaugura una nueva tienda en la ciudad de Reus, aterrizando así por primera vez en la provincia de Tarragona.
Pero su plan de expansión no termina aquí, ya que la firma de joyas prevé tener un total de 66 puntos de venta físicos, entre tiendas propias y franquicias, para diciembre de 2023. Este crecimiento exponencial en el número de establecimientos físicos se traduce en un aumento significativo del equipo que forma Singularu que ya supera las 150 profesionales.
Una firma en evolución
En sus inicios la marca contó con un modelo de negocio distinto a lo que hoy entendemos por Singularu. Al principio, la marca funcionaba como una plataforma online que pretendía ser puente entre artesanos y clientas, “pronto nos dimos cuenta de que el modelo de negocio debía conocer en profundidad los gustos de las clientas para diseñar un catálogo de joyas en tendencia, adaptadas a los gustos de nuestras chicas, a un precio justo.” cuenta Cristina Aristoy, CEO de Singularu, al referirse a su capacidad de adaptación a las demandas del mercado.
Con este cambio de paradigma es como Singularu ha ido ganando su merecido espacio, cuyo objetivo es llegar a diferentes clientas de estilos distintos con joyas accesibles y de calidad.
Una marca con un claro valor social y medioambiental
Cristina Aristoy junto a Paco Tormo, fundadores de esta compañía, mantienen firmes los valores con los que fue fundada hace ocho años. “Desde el primer momento defendimos la idea de trabajar con proveedores españoles con el objetivo de fomentar el empleo y la riqueza local además de reducir nuestra huella de carbono como empresa”.
Además, la marca también colabora con centros ocupacionales con los que llevan un largo recorrido profesional trabajando desde 2017 y siguiendo con sus valores, la Singularu cuenta con joyas de plata 99,9% reciclada y con un packaging que va en camino de ser 100% libre de plástico.