Contraste entrevista a Rosa Pons e hijas, Meritxell y Mireia Marsà, después de la apertura de un nuevo concepto de tienda que revoluciona el sector de la joyería: The Embassy, en Andorra.
¿Nos pueden resumir la trayectoria de Suïsa Joiers y los valores más apreciados por parte de sus clientes?
Suïssa Joiers es una empresa fundada en 1984 por la sexta generación de joyeros y relojeros, Rosa Pons, y su entonces esposo Antoni Marsà. Bajo el lema “Home of Emotions” hemos acompañado a nuestros clientes en los momentos más emotivos de sus vidas, con nuestro consejo experto y profesional, buscando la joya o el reloj idóneos para cada uno de ellos, emocionándonos con ellos, y entregando este bien precioso que encapsulará todos los recuerdos y sentimientos de ese momento para las generaciones futuras. Disfrutamos de la confianza de nuestra clientela que nos ha seguido y apoyado en todas nuestras iniciativas.
¿En qué momento y porqué comenzaron a acariciar este nuevo proyecto y qué circunstancias especiales sopesaron en la decisión teniendo en cuenta el cambio generacional de su empresa familiar?
Precisamente el cambio generacional ha sido clave para conseguir la propuesta de The Embassy, ya que dos generaciones han tenido que alinearse para tomar cada decisión y este ejercicio de partir de posturas alejadas y acercarse para poder avanzar ha dado como resultado un espacio contemporáneo e innovador, y que cuenta con una larga experiencia y savoir-faire en el sector de la joyería y la relojería.
Esta iniciativa se tomó hace unos años al observar que con el auge de las nuevas tecnologías y las compras online, había que convertir el espacio de compra en un lugar experiencial que permitiera a los visitantes estimular sus sentidos, y ofrecer todo aquello que una pantalla no permite. Queríamos un espacio más grande, que permitiera a las marcas expresarse y tener mucho producto expuesto, para que el cliente pudiese circular libremente y descubrir piezas sin la “presión” de entrar en una joyería. También queríamos un espacio multidisciplinar para que la experiencia sensorial fuese más completa: por ello nos acercamos al mundo de los perfumes y la cosmética de autor, al de los accesorios de moda, al del arte, y como no, al mundo de la gastronomía. Entendemos el comercio como un espacio de vida, de encuentro, de buenos momentos y de descubrimiento. Por todo ello hemos emprendido la aventura de The Embassy.
Nos consta que usted, Rosa Pons, es lectora de los escritos de nuestro editor, Pedro Pérez. ¿Cuáles son los valores que comparten?
Compartimos la innovación, la lucha para superar cada dificultad cuando se presenta, el amor por nuestra profesión, y el ver el mundo de una manera optimista y positiva, con el compromiso de estar siempre abiertos a los cambios.
Usted y sus hijas dan ejemplo, con The Embassy, de una nueva y revolucionaria forma de venta en los establecimientos de joyería. Un todo experencial de cara al cliente que marca un antes y después en el sector, y de lo que estamos orgullosos de felicitarles. ¿Cómo articulan y articularán sus pasos en este objetivo?
Agradecemos mucho vuestras palabras de aliento. Nuestro objetivo es ofrecer una experiencia muy completa a nuestros clientes, con estos elementos tan distintos presentes en un mismo espacio. Por otro lado, queremos que estos elementos interactúen, dialoguen entre sí, para proponer momentos muy especiales. ¿Qué les parecería asistir a un taller en el que uno puede probar un cóctel que tiene los ingredientes del perfume que está oliendo? ¿O hacer un maridage entre vinos y relojes de alta gama? ¿O que llegue la primavera y todos los operadores elijan una pieza que represente esta estación para crear un bodegón? Pensamos que hay mucho por hacer en el cross-selling con los elementos que tenemos presentes en nuestro espacio.
Primeras impresiones que los clientes les han transmitido…
Los clientes y visitantes que descubren nuestro centro nos transmiten mucho entusiasmo por este nuevo concepto, la frase más repetida es “esto hacía falta en Andorra”. Gracias al mercado gastronómico de la mano de tres chefs con 3 estrellas Michelín, que se encuentra en la planta -1, recibimos mucho público que antes no frecuentaba nuestras joyerías y esto les permite acercarse a nuestros productos. Se trata de un espacio del siglo 21, preparado para el presente y el futuro, y el público agradece esta frescura y las nuevas ideas. Además, el hecho de proponer marcas de perfumes de autor que no estaban presentes en Andorra está gustando a un gran público que busca más allá de la perfumería y cosmética comerciales. Somos las primeras fans de todas estas propuestas y nos encanta coincidir con nuestros clientes.