«Cuando el primer DiaStar se presentó en abril de 1962 en la Feria del Reloj de Basilea (Suiza), se convirtió en una auténtica sensación. Sin embargo, la historia de este icono comenzó mucho antes«
RADO celebra los 60 años de uno de sus modelos más icónicos con una edición limitada: el DiaStar Original 60-Year Anniversary Edition, esta vez en otro de los materiales predilectos de Rado, el CeramosTM. Un exclusivo reloj creado en colaboración con el diseñador suizo Alfredo Häberli con el objetivo de renovar el modelo con cambios útiles a la par que notables. Así, RADO celebra el 60 aniversario de este reloj manteniendo el marcado carácter de su predecesor y, ala vez, incorporando las últimas y más selectas innovaciones.
«Cuando el primer DiaStar se presentó en abril de 1962 en la Feria del Reloj de Basilea (Suiza), se convirtió en una auténtica sensación. Sin embargo, la historia de este icono comenzó mucho antes como una sencilla idea: ofrecer al mundo un reloj preciso y de belleza imperecedera. Un reloj con un diseño único e inconfundible y un brillo deslumbrante. Tras años de investigación y desarrollo, combinados con una buena dosis de espíritu innovador y valentía, nació una pieza con un diseño y una personalidad verdaderamente especiales: el primer reloj del mundo resistente a los arañazos«, cuenta Adrian Bosshard, director ejecutivo de RADO.
El DiaStar Original 60-Year Anniversary Edition está enmarcado por una pieza de CeramosTM con cepillado radial, cantos pulidos y diversos detalles situada sobre una caja monocroma de acero inoxidable a juego, también incluye un cristal de zafiro con facetas hexagonales a modo de conmemoración de las seis décadas que han transcurrido desde el lanzamiento del reloj original. El mecanismo automático Rado R764 con 80 horas de reserva de marcha y una espiral de NivachronTM antimagnética garantiza que la medición del tiempo sea fiable y precisa. El reloj está disponible en una versión Anniversary Edition y en otra versión DiaStar Original convencional con un cristal de zafiro facetado con franjas paralelas, un brazalete de acero inoxidable pulido y cepillado con eslabones en “H” y una esfera con una variada paleta de fascinantes colores.
El origen del nombre DiaStar
Nadie lo había hecho antes. Los relojes habían mantenido su privilegiado status siendo simplemente bellos y funcionales, en el mejor de los casos. RADO estaba a punto de hacer una declaración revolucionaria: la durabilidad y la resistencia extrema también eran factores a tener en cuenta por los compradores. En esa época de posguerra, el mundo estaba lleno de acción y emociones, lo que indicaba la existencia de peligros y dramas adicionales: un reloj verdaderamente diseñado con ese propósito debía ser capaz de durar más que casi cualquier otro objeto. Tenía que ser tan duro como el diamante y brillar como una estrella prácticamente para siempre, después de años de uso. La caja del reloj estaba elaborada con una aleación de carburo de tungsteno excepcionalmente resistente, denominada “metal duro”, que era un auténtico hito del sector y confería a la caja un brillo excepcional.
Incluía un cristal de zafiro, como los que se estaban empezando a usar en mayor medida en la industria relojera, gracias a las mejoras en las técnicas de fabricación a gran escala. Cada vez más, el cristal de zafiro se estaba convirtiendo en el material de referencia para la fabricación de relojes debido a su resistencia y durabilidad. Esa resistencia propia del diamante (en inglés, “diamond”) y ese brillo propio de una estrella (en inglés, “star”) convirtieron el nombre “DiaStar” en una elección absolutamente natural. La ingeniosa fusión de esas dos palabras se transformó en el evocador nombre del modelo desde entonces.