Esta vez, el Grand Palais, escenario habitual de los desfiles de Chanel, se transformó en un bosque otoñal. Los colores terrosos y las hojas estampadas han sido la inspiración de las nuevas propuestas de Karl Lagerfeld para el próximo Otoño-Invierno 2018/2019.
Es evidente que ya todos conocemos el sello personal de la maison: los conjuntos de dos piezas, los vestidos armados, bordados, perlas, el tweed en todas sus versiones…pero dentro de todo esto, sigue habiendo espacio para la creación de cosas nuevas que, sin duda alguna, se convierten en objeto de deseo. Después de los complementos de plástico en la pasada temporada SS, ahora son otros complementos los que han captado la atención de todos.
Por un lado, las botas metalizadas en dorado. Cualquier estilismos terminaba con estas botas que, echando la vista atrás, prometen tener el mismo éxito que las de puntera contrastada o las de glitter que Blanca Miró luce como nadie. De caña alta rectas o unas over the knee, con puntera fina y tacón medio y en tonos dorado brillante, casi espejo con un acabado desgastado.
Pero el brillo, convertido en el letimotiv de la propuesta, no acababa aquí. Ademas de combinaciones de blanco y negro, a lo que se suma toques de color en rosa, naranja o rojo, little black dresses, prendas acolchadas, trajes de chaqueta que, esta vez, incluían sudaderas, y prendas que también tenían ese toque brillante.
Con siluetas renovadas, la colección de Karl Lagerfeld presentaba una inyección de los años 80 que se ha visto reflejada, sobre todo, en las joyas. Pendientes desiguales, en tamaño maxi, largos o en forma de aro combinado con el clásico pendiente de botón. Más minimalistas con perlas o en formas geométricas. Pero siempre desiguales.
También han completado los looks gargantillas, collares que se combinaban en diferentes longitudes, o el choker con logo que seguramente volveremos a ver. Los maxi brazaletes con piedras o de cuero y las pulseras de cadena completaban el resto.
En definitiva, Chanel nos ha vuelto a conquistar.
Fotos vía Vogue.
