Menos de un año después de que Pandora absorbiera su negocio en España, la compañía danesa da un nuevo salto adelante en el país con la apertura de un flagship store en el eje del lujo de Madrid. Así es como Pandora impone su lugar en el negocio española de la joyería, relevando además a uno de sus rivales locales, Aristocrazy.
Aristocrazy, la firma del grupo Suárez continuará operando en la calle en el número 42, donde está ubicado su buque insignia en la ciudad. Por su parte, Pandora, ocupará su lugar en el número 46, en un local de cien metros cuadrado de superficie comercial. La operación ha sido intermediada por Savills Aguirre Newman.
Para Pandora, esta apertura supone un paso más en su desarrollo en el país, donde aterrizó en 2005 de la mano de City Time. La firma, fundada en 1982 en Dinamarca, abrió el camino en España a las pulseras con charms, un modelo que favorecía la compra recurrente ya que el cliente va creándose su propia joya comprando poco a poco distintos abalorios.
Con un precio medio por encima de competidores como Thomas Sabo, Pandora fue extendiéndose por todo el país a través del canal multimarca, combatiendo la crisis con un modelo de negocio que permitía hacerse con una joya con un desembolso por compra relativamente bajo.
En 2011, la empresa dio un vuelco a su estrategia en el país, con una subida de precios para equipararlos al resto de Europa y el desarrollo de una red propia de retail. En sólo un año, la empresa puso en marcha siete establecimientos en el país, en ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia o Málaga, la mayoría en centros comerciales.
El año pasado, Pandora decidió tomar el control de su negocio en el país absorbiendo la sociedad City Time por 110 millones de euros. La empresa integró también la estructura de la distribuidora, con oficinas en Madrid y cerca de 500 trabajadores, y Daniel Bensadón, consejero delegado de City Time, se mantuvo al frente. La distribuidora madrileña continúa operando con la sociedad City Time Brands, que gestiona el negocio de las líneas de relojería de Bering, Hugo Boss, Lacoste y Tommy Hilfiger, entre otras.
A escala global, Pandora ha reforzado en los últimos años su estructura productiva, con nuevas plantas de producción en Tailandia, y ha puesto en marcha una nueva estrategia para reducir su dependencia de los charms.
La compañía danesa de joyería quiere reducir hasta el 50% el peso de los abalorios para pulseras en su facturación, frente al 75% actual. Pandora elevó sus ventas un 12% en 2017, hasta 2 2.781 millones de coronas suecas (3.060,3 millones de euros). Por otra parte, el beneficio de la compañía cayó un 4% en el mismo periodo, hasta 5.768 millones de coronas danesas (774,8 millones de euros).