Unos relojes en los que todo es funcional y que realza la parte mecánica de los relojeros, que normalmente no se ve
El pasado 27 de octubre, Oris presentó su nueva colección en un evento celebrado en la Fundación Joan Miró de Barcelona. Durante la tarde, el equipo de la marca presentó el nuevo movimiento, natural y útil para la vida moderna, que da vida, al mismo tiempo, una nueva colección: ProPilot X Cal. 400.
Oris encuentra su fuente de inspiración en la arquitectura y también en la historia propia de la marca y la mecánica que a lo largo de los años han ido produciendo en sus fábricas propias. Así, es el heredero de un legado de relojes piloto que se remonta a más de 100 años, pero antes de todo eso, el ProPilot X Calibre 400 está diseñado para inspirar alegría, independientemente del ángulo desde el que se mire.
Los nuevos relojes de Oris se caracterizan por ell lado de la esfera, que se define primero por su caja de titanio de 39 mm. Las líneas definidas y angulosas de su forma inspiradas en la aviación están satinadas y arenadas, lo que dota al reloj de su aspecto crudo y técnico complementándolo con el familiar bisel ProPilot y un brazalete de titanio rudo, pero perfectamente esculpido.
Además, la colección de este lanzamiento ofrece la posibilidad de elegir entre tres colores de esfera: gris, azul y salmón. Se trata de una paleta fresca y expresiva, elegida para aumentar las proporciones dinámicas de la caja y para dar vida y color a la muñeca.



La vista desde el otro lado se presenta con el fondo de la caja de titanio del reloj y el cristal de zafiro abierto enmarcan el Calibre 400 de Oris, un movimiento automático de cinco días de fabricación propia. Como todos los movimientos de la serie Calibre 400, tiene una precisión de -3 a +5 segundos al día, dentro de los estándares de certificación de cronómetro, incluso después de haber estado expuesto al tipo de campos magnéticos que nos rodean cada día. Esta versión cuenta con un segundero central de barrido y una fecha a las 6 horas.
El ProPilot X Calibre 400 sigue una larga línea de relojes de piloto de Oris que se remonta a principios del siglo XX, pero su potencia va más allá de sus asociaciones: es una máquina de “alegría mecánica”. En definitiva, unos relojes en los que todo es funcional y que realza la parte mecánica de los relojeros, que normalmente no se ve. Por ello, durante el evento, los visitantes pudieron disfrutar de un momento de realidad virtual y «caminar» dentro de este movimiento para conocer todos sus detalles.
La campaña para esta colección encuentra también su inspiración en la ciudad condal y, concretamente, en los colores de la noria del Tibidabo, queriendo transmitir la mecánica que también se puede apreciar en la propia noria y los tonos que transmiten alegría.

