Nuevas marcas que dan vida a este mundo, llenas de personalidad.
La joyería sigue siendo protagonista en nuestro día a día y se han convertido en complementos esenciales para completar nuestros looks y, sobre todo, para transmitir nuestra personalidad a través de piezas especiales. Quizás sea por eso que siguen naciendo nuevas marcas con el fin de revolucionar y reinventar este mundo. Aquí algunas de ellas con un denominar común: la artesanía, el cuidado de los detalles y de la imagen, y un estilo que marca la diferencia.
Ingrávita
Ingrávita nació a principios del año pasado de la mano de la actriz Thais Blume y Elisa, dos amigas desde los cinco años que se definen así mismas como «elementos básicos, la tierra y el agua. Pero también el yin y el yan, Zipi y Zape, la rubia y la morena, la analógica y la digital, la que dibuja y la que escribe, la pasional y la racional«.
Lo que ha llevado a ambas mujeres a lanzar esta marca de joyas de autor es su pasión por la naturaleza, la fauna y lo galáctico; elementos que se reflejan en cada una de sus piezas que, además, son diseñadas contando con la experiencia y las manos expertas de Javier y Eloi, dos artesanos con una experiencia de más de 40 años en modelaje y creación de joyas y con su propio taller ubicado en el barrio de Gràcia, en Barcelona.
Así es que Ingrávita es un proyecto pequeño, de calidad y familiar donde nacen Ingràvitas, anillos y colgantes en plata de ley. Diseñados y hechos a mano por padre e hija.
Jane Bardot
No way to mix, mix is the way. Jane Bardot es la nueva marca de joyería que nació a finales de año, de la mano de María Blanco, y donde nada es lo que parece. «El único camino es hacer que lo cotidiano nos vuelva a sorprender, dejar que las ideas se mezclen, que los productos conecten entre sí y re-escriban su historia«. De esta manera, en Jane Bardot los pendientes juegan a ser anillos, los anillos a ser collares y todos ellos dan vida a joyas totalmente diferentes y llenas de personalidad.
Junto a María Blanco, fundadora y directora creativa de la marca, está Diego Rivera, cofundador y marketing manager. Y en cuanto al producto. «Mil sesenta y cuatro. Es la temperatura a la que se funde el oro y se transforma en un líquido dorado capaz de adoptar cualquier forma«. Sin faltar las manos del artesano en su taller tradicional ubicado en Madrid, modelando, fundiendo, engastando o puliendo cada pieza hecha a mano. Lo mejor de todo es, además de pendientes de perlas convertidos en anillos, anillos dobles, collares con stickers y otros que quieren ser pendientes al mismo tiempo… Jane Bardot colabora con proveedores locales y negocios de proximidad que contribuyen a reducir la huella de carbono.
Antiqüa
Antiqüa nace de la pasión que dos personas, entre ellas la influencer Iztiar Aguilera, sienten por las joyas y la historia. «Creemos que las joyas guardan infinitas historias que perduran en el tiempo, y no sólo son valiosas y bellas por lo que son, sino por lo que cuentan«.
La naturaleza es la inspiración en esta marca y cada pieza es trabajada por artesanos españolas que llevan años en este sector. Amuletos y reliquias que duran para siempre, que empiezan un viaje y viven de generación en generación, contando su propia historia que es al mismo tiempo la historia de la persona que la luce. Así es Antiqüa, delicada y especial.