Esta mediodía ha tenido lugar el tradicional encuentro anual del JORGC, pero no en versión tan «tradicional». Cada colegiado asomado a la pantalla ha alzado una copa de cava para brindar por Sant Eloi tras compartir debates y experiencias. Ni el COVID-19 ha aguado esta cita festiva.
Los colegiados del JORGC han brindado hoy juntos por Sant Eloi. Lo han hecho de forma virtual, cada uno en su casa, despacho, taller, tienda…, pero han podido alzar la copa colectivamente para celebrar al santo patrón de los joyeros. El Colegio de Joyeros de Catalunya habilitó para ello una sala virtual a la que pudo acceder todo el sector de forma gratuita. Fue una celebración online en toda regla, con algo más de 60 conectados en algún momento, incluso hasta de Canarias. No fue como debatir, charlar y cenar en presencial, pero tuvo su contenido, y de mucho interés. Ya habrá una nueva oportunidad de volver a lo acostumbrado en el futuro. Mientras tanto, nos quedamos con el mensaje esperanzador compartido durante el encuentro: «¡A ver si tenemos una sorpresa con las ventas de Navidad en estos tiempos!».
El acto comenzó a las 12:00 h con la bienvenida del presidente del JORGC, Àlex Riu, que recordó la larga tradición que Sant Eloi supone en el sector, sumada a la de Santa Llùcia para los relojeros, y expresó su deseo de que, a pesar de las circunstancias, se mantenga el espíritu y que «este encuentro tenga un aire positivo, animoso y distendido, y en el que podamos compartir conocimiento y generar debate».
Seguidamente intervino desde Alemania Stefanie Mändlein, directora del salón Inhorgenta, patrocinador del acto, como ya ha venido ocurriendo en anteriores ediciones, cuando los colegiados «cenaban» juntos. La directora de Inhorgenta, que habló en castellano, se refirió a que «el año 2020 nos ha traído grandes retos, pero nuevas oportunidades a afrontar «con creatividad, flexibilidad y valor». Y agradeció la larga relación entre el gremio catalán y la feria alemana: «Para nosotros es crucial poder contar con socios fuertes y de confianza. Espero con ilusión poderles saludar personalmente a todos ustedes en Munich en abril».
Con prontitud se iniciaron las mesas de debate y discusión en torno a tres ejes: comercio, artesanía e industria. Un total de once ponentes, moderados por Marc López y Joan Gomis, que enriquecieron con sus intervenciones la convocatoria.
- Comercio
Mercè Ramírez de Cartagena, presidenta del Consejo Territorial del JORGC, incidió en el papel tan importante que representa el asociacionismo. «Como colectivo logramos más presencia en los medios de comunicación, lo que se traduce en más difusión y redunda en más efectividad para poner en marcha y compartir proyectos que siempre serán más fáciles de asumir unidos». Roman Pallarés, presidente de la sección de Comercio del JORGC, abogó en el retail por usar y familiarizarse con las nuevas tecnologías tanto para dar servicio como para contactar con el cliente «para seguir ejerciendo el oficio que nos apasiona». David Vendrell, vicepresidente primero del Col.legi, expuso que el gran reto de la tienda multimarca «es generar su propio proyecto, su propia marca». Finalmente, Carles Tubella, vicepresidente tercero del JORGC, defendió que «la compra de joyería es un acto social; algunos clientes incluso van antes a la peluquería. Cuando comencé este oficio me dijo un profesional que nadie entra en una joyería porque está enfadado o tiene un disgusto… No olvidemos que la pantalla es fría, no tiene ningún trato. Nunca un ordenador me ha ofrecido una copa de cava, y eso muchos clientes lo esperan».
- Artesanía
Lluís Comin, joyero y gemólogo, defendió que la joya es mucho más que una mera ornamentación. «Una evidencia que hemos aprendido en este tiempo es que estamos todos en el mismo barco. Hemos de tener conciencia de especie y trabajar por nuestro entorno». Y puso como ejemplo el proyecto internacional solidario en el que han colaborado más de 3.000 joyeros en el mundo para entregar medallas al personal sanitario. Gemma López, presidenta de la sección de Artesanía del Col.legi, incidió en «el problema que tenemos los artesanos, y es que nos cuesta expresarnos y transmitir nuestra obra, y ahora tenemos nuevas vías para ello y creo que ello nos abre más posibilidades. Pensemos cómo debemos comunicar nuestra obra». Silvia Serra, presidenta de la sección de Diseño del JORGC, habló del «arte portable»: «La joyería es una de las artes aplicadas más, a la que quizá no se le haya dado la importancia que tiene. La joya comunica, tiene autonomía propia para expresarse, es un actor de debate social, es un elemento de pensamiento y reacción; establece un compromiso cultural, ideológico, social, medioambiental y territorial. La joya es poesía, y como decía Gabriel Celaya, la poesía es un arma cargada de futuro». Finalmente, Alfred Peris, conocido relojero, se dirigió especialmente a los de su profesión que están preocupados porque el tema del COVID-19 y los smarts socave su volumen de faena, y animó a los relojeros a que estén al día en todas las nuevas herramientas que aparezcan, por ejemplo, para dar seguridad a los clientes con los nuevos sistemas de esterilización.
- Industria
Rosa Tous, vicepresidenta segunda del JORGC, recordó el centenario de la firma y que en ello surgió, entre otras acciones, la Escuela Tous de Joyería. Ahora están trabajando en trasladar «contenido en formato virtual para continuar el compromiso, incluso podremos llegar a más jóvenes con ello». Añadió que desean transmitir los compromisos de la marca como joyeros destacando «la sostenibilidad, porque las joyas son piezas perdurables, o lo que implica la restauración en nuestro oficio». Roc Majoral, segunda generación de Majoral Joyas, transmitió un mensaje ilusionante. «Cualquier crisis es un proceso duro, pero finalmente provechoso. Nos ayuda a ser competitivos y vamos a seguir brindando de nuevo por muchos Sant Elois, Limpiaremos las empresas, abrillantaremos los talleres y lograremos un proyecto mucho más precioso. Ahora es momento de compartir y no de competir en nuestro sector, y crear empresas competentes en el entorno digital y con los valores éticos imprescindibles para crear esa credibilidad, confianza y empatía que los clientes nos piden». Cerró la mesa de debate Joan Gomis, co-creador de la marca Misui, con un pequeño tirón de orejas: «Puede ser que la joyería haya descuidado algunos temas que resultan importantes en el nuevo consumidor, como la propiedad intelectual, el respeto al entorno y a las personas, y a la hora de pensar en qué mujer tiene o quiere tener como cliente». Y ha ido un paso allá, hablando de la nueva masculinidad que permite al hombre adoptar costumbres y maneras que antes eran consideradas exclusivamente femeninas.
En la clausura del acto llegó el cava a cada lugar en la nube y, en una emotiva escena, todos los participantes y oyentes pudieron alzar sus copas en un brindis. Por cierto, con Grupo Duplex presente, arriba y a la izda. la que escribe. Se cierra un año difícil para el sector, y para todos, así que esta iniciativa tuvo, si cabe, un mayor valor emocional.
¡Por Sant Eloi y todos los que forman parte de este mundo de la joyería y relojería!