Delicados y elegantes a partes iguales, estos anillos ofrecen una propuesta desenfadada y especial
El terreno nupcial está en constante evolución, tanto en materia vestidos de novia e invitadas como en joyería. Tras una apuesta modernizada en trajes de dos piezas, vestidos cortos o con aires más desenfadados, el mundo de las joyas nupciales vive también una transformación, apostando por piezas que, sin perder ese valor duradero en el tiempo, destacan por nuevas formas.
Hasta hace poco los anillos ovalados eran los favoritos, sobre todo en cuestión compromiso, y lo cierto es que les ha salido competencia. Los anillos trepadores se cuelan entre las propuestas nupciales para ofrecer una propuesta más desenfadada aunque igual de especial y sofisticada. Y es que, como anillo de compromiso, esta nueva tendencia ofrece un efecto que luce demasiado bien.
No es de extrañar que, volviendo a los anillos de talla ovalada, estos sean un favorito pues que en 1981, un anillo de compromiso de este tipo brilló en la mano de la de la princesa Diana de Gales. Desde entonces y como icono de estilo, este tipo de anillo es uno de los más buscados. Pero todo cambia y las tendencias conviven en un mundo siempre tan cambiante. Aunque, cabe destacar, que en el mundo nupcial siempre gana la atemporalidad y que un diseño sea especial por lo que, los anillos trepadores cumplen, por supuesto, con estas premisas.
La nueva colección de Luzz Diamonds, firma especializada en joyería para novias y de venta exclusiva en El Corte Inglés, presenta una selección de anillos trepadores con diferentes formas y tamaños, todos ellos delicados y atemporales, aunque especiales por sus diferentes formas. El oro blanco y los diamantes son protagonistas, junto a piedras preciosas como la esmeralda, el zafiro o el rubí. Todos ellos se convierten en un nuevo deseo, y su elegancia cautiva todas las miradas.
Una nueva propuesta en el terreno nupcial que gana peso y conquista a esas novias que les encanta cuidar hasta el más mínimo detalle y que no tienen miedo a romper con alguna que otra clásica regla.