Un plan renove, servicio especial de correas a medida y venta online en la web con entrega en joyería; Diloy se adapta a las necesidades que el mercado va generando.
Diloy, con tres generaciones que han entroncado en el servicio al sector relojero, continúa dando respuestas a las necesidades que se van generando. Y es que, los nuevos desafíos a los que nos enfrenta la viabilidad de nuestros negocios exigen de respuestas coherentes y acordes a los cambios de escenario que se están produciendo. La irrupción de la tecnología en nuestras vidas, acelerada por la pandemia, nos han abocado a diferentes conceptos de servicio al consumidor final. Pero también permanece la cotidianeidad diaria en tienda física, como la de aquel profesional cargado de estocaje que no sabe como darle salida, o bien la incapacidad de dar servicio a un cliente por falta de una respuesta personalizada.
Bajo esta premisa, desde Diloy dicen sentirse orgullosos de ofrecer la colección de correas para relojes más amplia de Europa para las marcas más populares y también especiales. También destacan por la diversidad de materiales, en continua innovación, y la amplitud de tallas, medidas y variedades de colores. Son expertos y especialistas en lo que saben hacer y están atentos al mercado, su continua volatilidad y, aparentemente contradictorio, las exigencias que permanecen. Estas son calidad, respuesta ágil, precios y formas de pago atractivos, e incluso “trajes a medida” cuando así lo requiere el cliente. Preguntamos a Gregorio López, director de Diloy, en qué se hayan involucrados para que las tiendas vendan más y seán más felices, que en definitiva, es lo que queremos todos.
Plan Renove para acabar con los stock
“Todas las tiendas tienen decenas de correas que no pueden vender, ya sea porque son obsoletas o porque con el tiempo se han deteriorado sin llegar ni si quiera a venderse. Esto pasa con Diloy y con todas las marcas, pero nuestro primer deber es dar una solución a los clientes que han confiado en Diloy.
¿Qué estamos ofreciendo a los clientes? Por cada correa de marca Diloy sin usar que te retiremos, te vamos a regalar otra correa de nuestra línea básica y además te vamos a descontar 1€ en la compra de una nueva correa del resto de líneas. El único requisito es que hagas un pedido de tantas correas como las que te recogemos. Es decir, si nos entregas 20 correas, nos compras 20 correas nuevas. Te descontamos 20€ del total del pedido y además te mandamos otras 20 correas adicionales negras y marrones en medidas 18, 20 y 22mm. Es decir, mercancía actual y 100% vendible.
¿Por qué hacemos esto? Porque queremos demostrar al relojero que con Diloy nunca va a perder dinero y porque queremos que vea cómo nuestro género tiene una alta rotación, siempre y cuando se traten de modelos actuales. Pero como sabemos que el cliente también tiene correas de otras marcas con el mismo problema, no solo le vamos a recoger correas sin usar Diloy. También le recogemos correas del resto de marcas o sin marca siempre y cuando estén sin usar. La diferencia es que, si no es marca Diloy, solo le vamos a descontar 1€ por cada correa entregada al comprar una nueva correa Diloy. En este caso, no le vamos a mandar adicionalmente una correa extra de la línea básica.
Quiero recalcar que, cuando hablamos de ‘línea básica’, hablamos siempre de una correa de piel vacuno genuina por la que pueden cobrar tranquilamente entre 10 y 12€, y hablamos siempre de género que está en nuestra colección y que vendemos todos los días”.
Servicio especial de correas a medida
“Otro de los problemas que nuestros clientes se encuentran a diario es que durante años han vendido relojes con entradas especiales para los que ya no hay repuesto de correas.
¿Qué haces en estos casos? ¿Cómo le resuelves el problema a un cliente que tiene un reloj con un cierto valor, ya sea económico o sentimental, y para el que ya no hay correas? Aquí entra en juego nuestro servicio de correas a medida. Para empezar, necesitamos que la correa original sea de piel. Aún no nos medimos a hacer una correa de cuero para sustituir una de metal o de silicona. En segundo lugar, necesitamos que los terminales plásticos que van dentro de la correa estén intactos.
En tercer lugar, la excelencia necesita de tiempo: Es un trabajo artesanal que no puede hacer cualquier operario con poca experiencia. Nosotros garantizamos que el resultado es perfecto, pero para ello necesitamos que ese trabajo lo realice uno de nuestros maestros con más experiencia. Así que el plazo de entrega es de varias semanas. Es habitual el cliente que no quiere esperar tanto o que le parece demasiado caro, y hace el encargo en otro lugar y al final acaba enviándonos la correa porque la que le hicieron da vergüenza.
Sobre este tema, reseñar que sólo necesitamos la correa. No recibimos ni el reloj, ni la hebilla si el cliente quiere conservar la original y, siempre ponemos un seguro a ese paquete de manera que, si se pierde, podamos responder ante el cliente final”.
Venta online en la web con entrega a joyería
“Nos guste o no, el e-commerce ha llegado para quedarse y su volumen se incrementa cada día a doble dígito. No hay día en el que un cliente no nos comente el daño que le está haciendo Amazon o cualquier otra web que vende relojes. Es algo contra lo que Diloy no puede luchar, pero sí que tratamos de paliar en la medida de nuestras posibilidades. Si un cliente final ha decidido comprar una correa online, lo va a hacer. Nuestro trabajo es tratar de que esa correa sea una correa Diloy y que acabe recogiéndola en la relojería de uno de nuestros clientes. Obviamente protegiendo el margen del relojero.
La dinámica es bastante sencilla: El cliente compra y paga la correa más el porte. En lugar de enviarla a su casa y que tenga que ingeniárselas para montarla en el reloj, le damos la opción de recogerla en la relojería de su barrio (siempre y cuando sea cliente de Diloy). La relojería recibe la correa, se pone en contacto con el cliente que se acerque cuando le venga bien con la garantía de contar con un profesional que le pondrá la correa en su reloj sin pincharse, cortarse o arañar la caja. La tienda recibe un bono por la diferencia entre el precio al que nos hubiera comprado la correa y el precio al que se vendió al cliente.
Todos ganamos: El cliente final se olvida de lidiar con Correos para recibir la correa y además se la montan en el reloj; el relojero tiene el mismo margen de siempre y tiene una visita en su tienda y un cliente agradecido porque le prestan un servicio ‘gratuito’, y Diloy vende una correa más y fideliza al relojero demostrando que podemos aportar valor a cambio de trabajar con nosotros. No vendemos todas las correas que nos gustaría con este sistema, pero lo cierto es que tampoco hemos logrado despertar el interés de demasiados clientes con él. ¿Qué le pedimos al relojero? Algo muy lógico: Que sea un cliente Diloy”.