El consumidor desarrolla sus compras de otra manera
Comunican desde la feria Tendence: que el consumo en Alemania se mantiene estable. Pero lo que es en nuestro país, nos encontramos ante una serie de circunstancias que realmente no invitan al optimismo comercial. La situación laboral es precaria, y aquí hay que distinguir entre poco salario y la inseguridad que provoca la temporalidad. De hecho es este factor el que tira de la creación de empleo. Por un lado, si cobramos poco y tenemos seguridad de continuidad, podemos atacar por ese camino. Pero, si además de cobrar poco, tenemos la inseguridad de no saber qué va a ocurrir con nuestro empleo, no hay forma de buscar soluciones al respecto.
Yo creo que la culpa de la reducción de ventas se reparte al 50%. Entre el sector -que continúa todavía sin saber dónde y cómo posicionarse- y la incerteza del entorno. Otro factor a tener muy en cuenta es el hábito y las costumbres de los consumidores. Simplemente, han cambiado.
Cada vez son menos las personas que van a pasear a ver que compran. Vamos a tiro hecho, con las ideas claras, el producto definido y el precio que se nos adapta a nuestra economía.
Los nuevos tiempos, las nuevas tecnologías nos han transformado el día a día y esto es irreversible. Solo nos queda adaptarnos y convivir siguiendo los cánones de la nueva era.
Los consumidores buscan información y desarrollan sus compras de nuevas maneras. Más que nunca, los minoristas se enfrentan al reto de repensar las viejas ideas y desarrollar nuevas estrategias. Un interesante estudio encargado por Messe Frankfurt a la consultoría de IFH Colonia me ha hecho reflexionar sobre ello. Dicen las conclusiones del mencionado análisis que, una vez la digitalización ha alcanzado su pico más importante en esta década, las aguas parecen volverse a posar. Pero el que llegue una tregua tras el tumulto, tampoco quiere decir que el nuevo escenario sea igual. Lo dicho, ha cambiado para siempre.
Es curioso que, como resultado de la digitalización, la demanda de los consumidores en los establecimientos a pie de calle o en los centros comerciales esté también creciendo. Parece una paradoja, pero no es así. Los responsables de Tendence explican: “Los clientes se centran principalmente en la comodidad, servicio y experiencia al hacer compras en el mundo real. Según el estudio, los consumidores se sienten atraídos por los minoristas que ofrecen una amplia gama de productos, una presencia en línea, un ambiente acogedor y un asesoramiento personalizado. Estos cambios en las formas y en las personas que buscan información y realizan la compra de productos también están afectando a las ferias de bienes de consumo”.
El mercado nos reclama inspiración y nuevas perspectivas. Y en esta senda debemos colaborar todos los operadores del sector. Reinventarse no es solo un reto del minorista, lo es también de sus proveedores, de las citas comerciales a su servicio, de la industria afín, de las escuelas que forman a los que nos reemplazarán… De nosotros también como medios de comunicación especializados. Sin olvidar tampoco los valores que nos han mantenido en este tsunami que ha constituido la revolución digital. Seguimos aquí para seguir ilusionando a nuestro cliente y atender sus nuevas expectativas con simpatía, sea online, sea personalmente invitándole a entrar en nuestro establecimiento. Recordemos que la mitad de la alegría consiste en hablar de ella. Un proverbio chino dice: “El que no sabe sonreír, no debe abrir la tienda”. La vida no consiste en un cúmulo de problemas para ser resueltos; es un misterio para ser vivido. A vivir el siguiente.