Comienza una nueva era de inversión en un bien tangible a través del sector: LA ERA DEL OSMIO.
Con la introducción en el mercado del osmio cristalino, resultado lucrativo para los joyeros ofrecer a sus clientes el osmio como activo de inversión tangible. Es una situación en la que todos ganan y se trata de un acontecimiento interesante que está impulsando a los joyeros de toda Europa.
Con la pandemia provocada por el COVID-19, la batalla por los clientes se hace más difícil para los joyeros con tiendas físicas. Por otro lado se sitúan los clientes que se plantean si seguir comprando joyas o quizás prefieran comprar los materiales con los que se fabrican. La tendencia a la inversión en metales preciosos se ha multiplicado durante la crisis provocada por el coronavirus.
Esto se debe a que los metales preciosos ofrecen una buena protección contra la inflación y pueden adquirirse no sólo en bancos o comerciantes de metales preciosos, sino también en joyerías. Por supuesto, los joyeros conocen bien a sus clientes y tienen una relación casi privada con ellos. Esto hace que el joyero no sólo sea un vendedor de joyas, sino que de alguna manera también sea un asesor de inversiones.
Pero se está haciendo muy poco dinero en lo que respecta al oro y la plata. Los precios ya son altos y los gráficos muestran una gran volatilidad. Además, los metales están sobrevendidos y las cantidades de oro vendidas físicamente no pueden ser reales. Por ello, los clientes se decantan cada vez más por bienes tangibles que pueden llevarse a casa. Estos activos tangibles han de tener una seguridad especial en nuestros tiempos. Dado que en China el oro se rellena comercialmente con cobre como núcleo y que la plata se diluye con cadmio cancerígeno, los clientes se ponen en guardia.
El joyero como el mejor asesor
El joyero se ha convertido así en el asesor adecuado. Y aquí es donde entra el osmio. Porque el último de los ocho metales preciosos acaba de ser introducido en el mercado. En su forma bruta es tóxico, pero no en su forma cristalina. En su forma cristalina, no sólo no resulta tóxico, sino que se convierte en el más noble de los metales preciosos. Posee un brillo fantástico, por lo que los fabricantes de joyas lo utilizan en lugar de los pavés de diamantes. Y, sobre todo, es absolutamente infalsificable. Su estructura cristalina se halla en una base de datos que hace que cada pieza sea identificable en todo el mundo. En caso de donación se puede transferir al nuevo propietario esa información existente en la base de datos.
El “Big Bang del Osmio”
El osmio es el más caro de los metales preciosos. Tiene una tendencia de precios estable que sigue un curso tranquilo. Y puede adquirirse a través de joyerías o directamente a través de la web www.buy-osmium.com.
Puede que incluso haya un regalo especial para el osmio en el futuro. Pues el metal es el primero de todos que corre el riesgo de agotarse en términos reales. Si no hay disponibilidad, los expertos de EE.UU. prevén una evolución de los precios llamada “Big Bang del Osmio”.
Así que los joyeros y los clientes finales deberían pensar en el osmio…
Para mayor información:
Instituto Español del Osmio Calle Pintada 81,
29780 Nerja (España)
Tel.: 658 556 797
E-Mail: Marion.Langenscheidt@Osmium-Institute.com
www.buy-osmium.com