Tenemos que estar muy alertas para ver lo real y lo tóxico
Otro año nuevo y ya caminando por 2023. Parece mentira que lleguemos al tercer año de la década de los 20 que removió radicalmente nuestras vidas. Estamos ante cambios exponenciales y estos se suceden a velocidad de vértigo. Son pocas las herramientas y entornos laborales y sociales de los que estamos totalmente seguros no cambiarán.
El principal motivo para adaptarnos a esta volátil realidad es la innovación y la disrupción tecnológica. Estamos asistiendo a innovaciones revolucionarias en todos los campos y el joyero-relojero no se va a quedar atrás.
Todo esto traerá grandes cambios sin antes haber traído, a su vez, grandes desafíos a los que enfrentarse. Tenemos que estar muy alertas en todo para poder saber lo que es real o tóxico. Todo está muy frágil, hasta el orden mundial. Todo es un gran ruido que va a terminar en otro estilo de vida. De eso estamos seguros.
No podemos permitirnos ni un segundo de distracción para evitar socavar la capacidad de detectar errores. Si nos distraemos, alguien buscará ocupar el espacio vacío que dejamos.
Pero también algunas veces es necesario disfrutar del silencio y buscar el lado positivo de las cosas. “Ora et labora”. Piensa, pero también medita. El saber buscar el equilibro nos ayudará en esta incierta época en la que nos ha tocado vivir.
Todo, todo está cambiando, pero debemos ser capaces de crear contenidos a las nuevas herramientas. Esperemos que el futuro sea un lugar mucho mejor, no peor.
Seamos como los deportistas y preparémonos con disciplina para recuperarnos de los golpes y decepciones; aprendamos a gestionar el éxito y el fracaso. Debemos convivir con la presión del día a día.
Preparémonos para rendir al máximo y sepamos trabajar en equipo dentro del sector. Y muy importante es tener criterio propio a la hora de emprender nuevos proyectos. Dejemos que este 2023 discurra con ilusión renovada y templanza aplicada. Seguro que nuestro nicho de mercado se ampliará con estos nuevos ojos que vislumbran nuevas oportunidades de negocio.
De entrada nos esperan nuevas citas feriales que alentarán la capacidad de recrearnos. En nuestro entorno más cercano, primero Vicenza, y luego Madrid. Con estas podremos hacer una primera prueba o test de las circunstancias que se avecinan en el curso que acabamos de iniciar. Nos serán de mucha utilidad. Esperando reencontrar al sector en estos salones un año más, los operadores -industria, artesanos, diseñadores, tiendas, escuelas, etc- irán componiendo el plano que configurará la ruta a seguir. Sin duda, habrá tropiezos, pero también oportunidades. Discurramos con los ojos y la mente muy abiertos para saber aprovecharlas.