Después de las anteriores colaboraciones, Suarez busca un artista cuya obra refleje un lenguaje más femenino.
Con motivo de la semana del arte en Madrid, Joyería Suarez apuesta, un año más, por una nueva colección de joyas creadas en colaboración con una artista contemporáneo. Un proyecto pionero e innovador que comenzó en 2018 con Okuda y continuó en 2019 con D*Face, dando vida a dos colecciones en las que se mezclan atrevimiento, originalidad y elegancia, con el saber hacer de la marca. A este proyecto se suma ahora una nueva colección donde el equipo creativo de Suarez interpreta el universo onírico y colorido del artista James Jean para diseñar piezas femeninas y delicadas con una maestría única.
Tras el éxito de anteriores colecciones en las que Suarez asocia joyería y arte contemporáneo, en 2020 se plantea el reto de dar continuidad a este proyecto. Después de las anteriores colaboraciones, Suarez busca un artista cuya obra refleje un lenguaje más femenino y con prestigio a nivel mundial.
Gabriel Suárez, director creativo, seguía desde hace tiempo el trabajo de James Jean, tal y como cuenta “La primera vez que descubrí a James fue a través de un gran amigo artista, que es un fan de su trabajo desde sus inicios en el mundo del cómic. Más tarde, nos conocimos través de David Cantolla, director de SOLO, la colección privada de arte contemporáneo de Madrid y surgió una gran sintonía entre nosotros”.
La obra de este americano de origen taiwanés recrea un universo onírico y surrealista, pero a la vez muy delicado. Ha ganado numerosos premios como los Eisner Awards o Harvey Awards (los más prestigiosos del sector del cómic) y ha trabajado para marcas como The New York Times.
Las características y estilo de su obra le han convertido en el artista perfecto para crear una colección de joyas que da continuidad al proyecto de unir Suarez al arte contemporáneo.
La colección
La nueva colección de Suarez x James Jean guarda diferentes secretos y complicaciones que la hace única, empezando por el reto de transformar los dibujos del artista en joyas con volumen. James simplificó la parte más botánica de su trabajo para que el equipo de Suarez pudiese transformarlo al lenguaje tridimensional de las joyas.
Todas las piezas de la colección se han realizado en oro rosa. Los pendientes, con gran movimiento, cuelgan de dos criollas realizadas en oro blanco con diamantes talla brillante; uno de los anillos de flor ha supuesto algunas complicaciones técnicas. Los pétalos están cubiertos de un pavé de zafiros por ambas caras: una gran labor por parte de nuestros diseñadores que han colocado cada zafiro con gran precisión para que la culata no choque con la de los zafiros de la otra cara del pétalo. El brazalete, con cierre articulado, ha sido diseñado de forma que la flor se enrede alrededor del brazo de quien lo lleva, abrazando la piel.
El nivel de detalle ha sido fundamental en la creación de la colección: se han incluido en los brazos de los anillos el detalle de pequeñas hojas que simulan el tallo de una flor. El resultado ha sido una edición limitada de joyas: cada uno de los siete diseños forma parte de una serie numerada.
Zafiros multicolor
La otra estrella de esta colección son los zafiros multicolor que la componen, culpables de que esta colección sea tan excepcional y brillante. Seleccionados por la familia Suárez, gemólogos graduados por el GIA (Gemological Institute of America), se han descartado más del 99,5% de todos los zafiros valorados inicialmente, por no reunir todos los requisitos de calidad que exige la marca.
Los anillos y el brazalete incluyen centros de zafiros rosas en tallas redonda y marquise de un color excepcional. Alrededor de estos, un pavé formado por una cuidada combinación de zafiros multicolor talla redonda en tonos rosas, azules y lilas, consiguiendo un degradado de color único. Una mezcla armónica de colores pastel conseguida gracias a la minuciosa selección de cada una de las piedras y la manera en que han sido dispuestas.