Joyas que tienen una historia que perdura en el tiempo.
Iconos desde Lady Di, pasando por Grace Kelly, Audrey Hepburn o Brigitte Bardot…todas ellas marcaron un antes y un después en el mundo de la moda. Nada tiene que ver con el paso de los años, ni con el ciclo de las tendencias o la rápida evolución de la industria de la moda y el sector de la joyería, hay iconos que quedaron en nuestra mente hace tiempo y, a día de hoy, los recordamos como fuente de inspiración. Su manual de estilo a la hora de lucir joyas, como si de verdaderos tesoros se tratara, es hoy nuestro manual.
Como visionarias de la moda, no solos las recordamos por su estilo si no que gran parte se debe a esa manera tan única en la que lucieron cada pieza en su momento, convertidas hoy en objeto de deseo. La sencillez y el minimalismo se aliaron con verdaderas lecciones de estilo. El valor sentimental que guardan estas joyas que hicieron historia se traslada al presente para continuar sintiendo ese deseo de hacernos con piezas que van más allá: joyas que tienen una historia que perdura en el tiempo.
Grace Kelly, entre perlas y diamantes
Grace Kelly se caracteriza por su gran colección de perlas, un clásico renovado y rediseñado en un sin fin de posibilidades. La joya por excelencia que ha pasado de ser un clásico aburrido para convertirse en un esencial, en objeto de deseo para ahora mirarla con otros ojos que prometen eternidad. Estas joyas ya eran un must para iconos como Grace Kelly, quien lució desde pendientes hasta collares y pulseras, creando un efecto que nos conquista a día de hoy.
Además, en 2013, la casa de alta joyería Cartier fue protagonista recreando las joyas de la princesa para una película sobre ella, interpretada por Nicole Kidman. Cinco réplicas de algunas de las joyas más icónicas de la princesa de Mónaco, entre las que destacan, más allá de su pasión por las perlas, una tiara y un collar de diamantes que Grace lució en uno de sus retratos oficiales más recordados. Esta colaboración de Cartier cobra sentido cuando recordamos que fue esta misma casa quien, para celebrar el compromiso de la princesa con el príncipe Rainiero III de Mónaco, diseñó la sortija que el príncipe le regaló, adornada con un diamante talla esmeralda de 10,47 quilates, a la que los artesanos de la casa añadieron una montura de platino con diamantes talla baguette que adornan los dos costados de la piedra central.
Hace unos días, la Princesa Carolina recuperó unas joyas de su madre, Grace Kelly. Junto con un estilismo elegante e impecable, Carolina ha querido tener un guiño con su madre rescatando sus joyas. De esta manera, ha lucido un conjunto de pendientes y collar decorados con pequeños colgantes dorados en forma de hojas que Grace Kelly llevó en varias ocasiones en la década de los 60.
La sencillez de Audrey Hepburn
Un mito de los años 50 y 60 y sinónimo de elegancia, Audrey Hepburn destacaba por su sencillez, por lucir pequeñas joyas aunque de mucho valor en su día a día, por piezas icónicas en la mayoría de sus películas y por un gran colección que dejó en herencia.
Sus estilismos siguen siendo hoy inspiración y tendencia, y quien no la recuerda por su película “Desayuno con diamantes”, o por su primer gran papel en “Vacaciones en Roma”, película en la que lució diversas coronas y diferentes collares que más tarde recibió como regalo por parte de la diseñadora del vestuario…
Aunque en herencia dejó un collar de esmeraldas, un broche de zafiros y unos pendientes de Bvlgari, otro broche de diamantes con formas florales, un anillo con solitario de perla, un collar de perlas y zafiros, y una gran lista, la actriz se caracterizaba porque en su día a día lucía joyas más minimalistas, piezas que hoy son mucho más que una tendencia, como unos aros dorados que le hemos podido ver en diferentes ocasiones. En definitiva, Audrey brilló por muchas cosas, pero es ella el icono que ha encontrado ese equilibrio entre grandes joyas y mini piezas que incluso hoy se volvería a poner.
La eterna Lady Di
Podrán pasar décadas, la historia de Lady Di es recordada en cualquier parte del mundo y su estilo no solo revolucionó su década, si no que se convirtió en un motivo más para seguirla y dedicar atención a sus estilismos tanto en aquel entonces como en la actualidad. Su joyero es digno de recordar, y también es el más deseado. Incluso antes de ser princesa ya era seguida por la prensa por sus claves de estilo, apuntaba maneras y es que la hemos podido ver luciendo no un reloj, si no que dos en la misma muñeca, el suyo antiguo y uno nuevo combinado con un brazalete de oro, ambos regalos de cumpleaños del príncipe Charles; incluso a sus 19 años ya lució la inicial dorada que se convirtió en un auténtico boom este año. También es recordada por sus tiaras, siendo su favorita rescatada hoy por Kate Middleton, aunque cierto es que no podemos olvidarnos de sus diferentes apariciones publicas durante el día, donde las perlas y las joyas geométricas en oro eran siempre su mejor elección.