La marca relojera presenta dos nuevos relojes inspirados en el mundo natural.
Fiel a la filosofía de marca “The Nature of Time”, Grand Seiko ha ampliado la colección Elegance con dos nuevos modelos inspirados en la naturaleza y en el cambio de estaciones de Japón. El primero refleja la esencia de los primeros días de verano, lo que en japonés se conoce como Kinshun; el segundo, por su parte, te transporta al Byō k a o final del verano.
El mundo natural está siempre presente en Grand Seiko Studio Shizukuishi, el lugar donde se fabrican los relojes mecánicos de la marca. Este estudio está escondido en un tranquilo bosque ubicado cerca del monte Iwate de 2.000 metros de altura, en el norte de Japón. Por esta razón, no sorprende que el equipo de Takumi, los maestros artesanos y artesanas que dan vida a los relojes, estén influenciados por la belleza del entorno y el paisaje cambiante que traen las estaciones. Combinando artesanía y tecnología de vanguardia, los fabricantes buscan capturar la esencia del tiempo con un diseño que busca la perfección.
Kishun, los primeros días del verano
Impulsado por el movimiento delgado de cuerda manual, Calibre 9S64, este reloj es el ejemplo ideal del refinamiento simple. La esfera es sencilla y limpia, pero cuando se ve a través del fondo de caja del cristal de zafiro, la perfección de la ingeniería del movimiento ensamblado y ajustado a mano es satisfactoriamente clara.
Gracias a un muelle principal largo y un volante, ambos fabricados con metales patentados por la marca, este reloj tiene una tasa de precisión alta y estable y una reserva de marcha de 72 horas. La esfera está diseñada en un delicado tono azul pálido, el color del cielo sobre el monte Iwate cuando comienza el verano, la estación conocida como Kishun.
Byō k a , belleza del final del verano en la esfera
Como el anterior, este reloj está impulsado por el Calibre 9S64 y cuenta con una reserva de marcha de 72 horas. La esfera verde intenso inspirada en el Byōka, el momento que marca la transición del verano al otoño. En Shizukuishi, los primeros signos de esta época aparecen en agosto, cuando el viento refresca y el verde de los árboles es cada vez más profundo. Con su superficie de delicada textura, la esfera refleja esta belleza especial.