En nuestros corazones y en la esencia del sector estará siempre presente
Este fin de semana Ángel Vérez, de Sumiperla, nos dejó. Nos dejaste aquí con la tristeza de perder a un gran amigo, un hermano. No habrá forma de llenar el vacío que dejas porque lo imposible no existe.
Es tan grande la huella que nos deja y el legado que transmitió, que a nadie se le ocurre pensar que se ha ido, seguirá siempre vinculado a nosotros más allá del tiempo y del espacio. Los que lo conocíamos y tratamos con frecuencia podemos afirmar que, además de un gran profesional, era una persona de carta cabal. Un amigo de los de verdad.
Imprimía carácter personal a cuanto tocaba, decía y hacía. Y lo que decía era palabra de hombre. Es imposible pensar que se ha ido, que nos ha dejado. En nuestros corazones y en la esencia del sector estará siempre presente. Persona singular, irrepetible, inolvidable.
Cicerón nos recuerda «la vida de los muertos perdura en la memoria de los vivos«. Y San Lucas añadía: «no busquéis entre los muertos al que está vivo«. Desde esta orilla seguimos contigo. Desde la otra orilla tú sigues siempre con nosotros.