¿Quién no recuerda a Coco con una collar de perlas, su joya fetiche, de gran longitud con infinitas vueltas alrededor de su cuello?
El juego de combinar collares se convirtió en tendencia por excelencia y también en esa forma de expresar nuestra personalidad y creatividad. Sucumbimos al arte de mezclar estilos y longitudes, apostando por gargantillas y mini cadenas. Las cosas cambian, como todo en la moda, y parece que estamos ante el momento de recuperar una manera de combinar collares que ya quisimos en su momento.
Un desfile, el de Chanel Pre-Fall 2020, convertido en la legendario calle «Paris-31 rue Cambon” donde Coco Chanel se instaló por primera vez en 1910, mismo lugar donde más tarde expandió su imperio de la moda, es el escenario que muestra una posible y nueva tendencia. Entre tweed y los típicos trajes que ya caracterizan la marca, las joyas tomaron un especial protagonismo.
Pero no un protagonismo cualquier y es que, su perfecta y estudiada posición, así como su manera de dar una nueva vida a prendas y accesorios joya marcaron un punto clave en este desfile. ¿Quién no recuerda a Coco con una collar de perlas, su joya fetiche, de gran longitud con infinitas vueltas alrededor de su cuello? Un gesto que pronto convertimos en un esencial a la hora de lucir cualquier collar que formara parte de nuestro joyero. Parece ser que Chanel quiere que recuperemos esta tendencia, y el nuevo manual de uso dicta que cuanto más mejor si hablamos de collares largos, con infinitas vueltas, y todos ellos en diferentes longitudes para crear ese efecto que tanto conocemos. Sin olvidarnos, claro, que las perlas son la esencia de esta tendencia.
Esto no quiere decir que la tendencia tal y como la conocemos hasta ahora quede en un segundo plano, si no que Chanel (y nosotros) apuesta por las dos opciones, creando un efecto aún más único: las gargantillas, o un posible regreso de la nueva versión del choker, llenas de perlas son el primer paso para conseguir el nuevo efecto.
Y hablando de perlas, tampoco hemos podido evitar observar con detalle los cinturones joya que pusieron el broche de oro a la colección. En definitiva, el desfile de Chanel es una visión y un acercamiento al público joven con siluetas y complementos frescos, es una declaración de intenciones dejando claro que las joyas son parte esencial de cualquier estilismos y, además, es un guiño a los 90.
Por último, los pendientes con la doble C entrelazada, otro guiño a aquellos accesorios excesivos de los ochenta y noventa, o la tendencia en la que la logomanía se convirtió en deseo.