Para seguir de verdad en el sector hay que empezar a hacer cosas
Suiza va a cerrar el año con un 50% menos de facturación en relojería. Las marcas suizas siguen sin enterarse que su antiguo mundo ha cambiado y no les va a volver. Siguen creyendo que con fabricar series limitadas y subir mil euros el precio del reloj ya les va a salvar sus fábricas y puestos de trabajo.
Hay marcas que además juegan con tener un pie en cada lado; en los relojes de siempre y con filosofía suiza, y en los conectados, sin arriesgarse a tomar decisiones y no dar un paso al frente ya.
En España tenemos empresas, tiendas y distribuidores (algunos) que salvan su venta de relojes vendiendo a otros que los suben a sus webs para vender online y en el mercado exterior, incumpliendo la licencia de distribución que la marca les otorgó.
Pocos, muy pocos se están adaptando a las circunstancias actuales y preparándose para el nuevo escenario.
Hay que fijarse en la bolsa. Los valientes y arriesgados son los que sacan beneficios a las crisis.
¿A qué espera nuestro sector para despertar del letargo y ponerse en acción? Sólo números contados están haciendo los deberes y ya empiezan a ver resultados.
Para seguir de verdad en el sector hay que empezar a hacer cosas, no esperar a que sucedan cosas. Debemos hacer aquello que parecía imposible, pero hacerlo. Si no lo gestionamos tú y yo, ¿quién lo va hacer?
Tenemos que correr libres como el agua de un río, pero sin detenernos, y saber que el agua que pasa ya no vuelve. Debemos saber y aplicar lo que hemos podido meditar en estos tiempos: La distancia va a ser la compañera de viaje en el trabajo de los próximos tiempos.
Nos enfrentamos a un nuevo consumidor que va a cambiar sus prioridades. Debemos saber transmitir confianza y conectar con los valores de nuestros clientes si queremos salir airosos. Debemos echar mano de las nuevas tecnologías y que estas sean las facilita-doras del nuevo trabajo. Debemos ser equipos multiplicadores de pasión y saber ver los retos y enfrentarnos a ellos.
Los valores van a cambiar la seguridad por eficacia y libertad. Esto no es una crisis al uso, como las que ya hemos vivido. Esto es una transformación total de los sistemas de vida en la que imperan la salud, las emociones y los valores.
Tenemos un gran reto por delante: Construir nuevos negocios y que sean rentables. Ser líderes motivadores, capaces de autoestimar, apasionar, animar… y hacer que la actitud juegue un papel especial.
El que cambia no gana siempre, pero el que no cambia seguro que siempre pierde. No dejemos que el miedo nos paralice; sigamos adelante. Entramos en la década 20/30 con el mayor avance innovador jamás visto.
Saldrá primero el que sea capaz de dar respuesta a la incertidumbre, sea flexible y desee ser el primero en digitalización. El cliente ha de estar en el centro de todas las decisiones. Es fundamental crear nuevos modelos de negocios y ser capaces de desarrollar otras habilidades.