Maestro Mayor del Gremio de Valencia más de 20 años
Es un orgullo para Contraste entrevistarle, Antonio Romero, pues consta en todo el sector que es usted un histórico en su profesión. ¿Nos puede hablar de sus orígenes? ¿Familiarmente estaban ya ligados a la joyería?
Desde muy pequeño me gustó siempre el dibujo, las Bellas Artes. Y un hermano de mi padre que ya se dedicaba a la profesión fue el que me inició en el mundo de la joyería. También entre mis profesores de dibujo uno de ellos que es un gran escultor y pintor, Jose María Bayarri, fue el que me inició en el dibujo artístico, por los años 53 y 54. Me formé en la escuela de Bellas Artes y de ahí empecé a trabajar en los talleres de joyería más prestigiosos de Valencia para conocer a fondo el oficio. Alrededor del año 65 monté mi primer taller, totalmente artesano, con las técnicas de trabajo tradicionales pero tratando siempre de innovar en el diseño. El taller fue creciendo con el tiempo hasta llegar a ser unos 15 artesanos donde realizábamos todo tipo de trabajos y encargos, y también colecciones nuevas de joyería cada año.
Joyero, detallista… ¿Cómo definiría mejor sus facetas?
Primero estuve vendiendo mis creaciones a joyerías de Madrid y Barcelona, es decir me dedicaba a tiempo completo a ser joyero, pero fue inevitable empezar a vender mis joyas a amigos y conocidos, el taller fue creciendo e iba dedicando mi tiempo tanto a crear como a ser detallista. Y creé un espacio dedicado a la atención del cliente en mi propio taller a pie de calle. Con los años abrimos nuestra boutique emblemática en la milla de oro de Valencia, por el año 83, y dirigía el taller pero dedicaba mi tiempo a diseñar y atender a mis clientes. Es difícil decidirme por un aspecto solo, si joyero o detallista, porque el trato con el cliente y amigo me ha gustado desde siempre, pero mi pasión por crear joyas, tanto en el diseño como en la fabricación, es superior a todo lo demás.
¿Qué es para usted este oficio y qué ha significado en su vida?
Ha sido mi afición toda la vida, con la que he disfrutado muchísimo y he tenido la suerte de poder dedicarme a ello. Ha sido un medio por el que expresarme y una gran satisfacción al ver piezas terminadas que surgen como una idea en mi cabeza. Este oficio junto con mi familia han sido la satisfacción de mi vida.
Su nombre siempre ha estado ligado a la actividad gremial. ¿Nos puede decir cuántos años lideró el Gremio de Valencia y qué facetas considera más interesantes en esta larga trayectoria?
Durante más de 20 años, y uno de los más importantes aspectos del Gremio fue fundar la escuela de joyería donde se formaron cientos de chicos y chicas para aprender este bonito oficio.
¿Qué implicación tuvo su asociación en la conocida feria de joyería valenciana?
El Gremio de Joyeros de Valencia siempre ha estado de una forma significativa dentro de las ferias de joyería que se celebraban en Valencia, de hecho fue la primera feria de joyería en España y todo el sector se concentraba en Valencia. Durante muchísimos años el Gremio de Valencia fue uno de los motores de la joyería tanto en el mercado nacional como en la exportación, junto con la Feria y la Cámara de Comercio de Valencia. Siempre pertenecí al comité organizador de la Feria de Joyería de Valencia llegando a ser presidente de la misma, en años tan importantes como la celebración del casamiento entre Colón y Miss Liberty de Nueva York. Fui de los primeros exposi- tores en la feria de Madrid que se celebraba en un pabellón antiguo en el centro de la ciudad.
Valencia siempre ha estado en el corazón del sector. ¿Cuál cree que ha sido su mejor legado a la profe- sión?
En mi aspecto creativo, cuando en España no se veía joyería con piedras de color salvo la esme- ralda, rubí o zafiro, introduje otras piedras preciosas como topacios, turmalinas, peridotos, amatistas, morganitas, kuncitas, citrinos, calcedonias.. que el gran público desconocía, y pienso que eso ha sido uno de mis éxitos dentro de la joyería, combinando gemas y colores nunca antes vistos.
¿Y de qué se siente especialmente orgulloso usted en la misma?
Me siento orgulloso de haber estado durante décadas creando piezas únicas de alta joyería, y también de haber participado en numerosos concursos nacionales e internacionales donde he recibido diversos premios, aunque el mejor premio ha sido que estas creaciones siempre hayan gustado tanto a los clientes y amigos que aprecian las joyas que realizo. También recuerdo con mucho cariño las exposiciones que realicé en el Museo Miró en Barcelona, con la asistencia de las autoridades del momento, y la sociedad catalana. Y otra exposición que recuerdo con mucho cariño es la Gran Exposición Universal en Sevilla, y que por encargo de la Generalitat Valenciana, realicé una pulsera inspirada en el descubrimiento de América.
¿Qué mensaje desearía transmitir a esas generaciones que se han encontrado con un mundo y un sector en pleno cambio?
Les transmitiría que la innovación en el diseño y las nuevas fórmulas de venta son aspectos que veo fundamentales en los tiempos que estamos viviendo.
Si tuviera que escoger… ¿se quedaría con algo o libre de algo en este camino?
Me quedo con el trato y el haber conocido a muchísimas personas que sin este oficio no habría podido conocer, y que me han enriquecido tanto moralmente como de manera creativa.
¿A qué se dedica ahora? ¿Cómo transcurre una jornada cualquiera de su vida actual?
A mi familia, mi mujer, mis hijos y nietos, y como siempre me ha gustado el deporte, el tenis, el basket y el golf, procuro practicar alguno de ellos siempre que puedo. También me apasiona el conocimiento de otras culturas, la historia y viajar a países donde el choque cultural es muy fuerte. En mi día a día, mantengo el trato con antiguos compañeros de oficio, amigos y clientes de más de 50 años.