En un momento en el que la joyería recupera su valor eterno y los consumidores buscan piezas que se perduren en el tiempo, Prada apuesta por este concepto para crear una primera colección que pase de generación en generación y que lo haga de forma sostenible
El oro reciclado empieza a ser una de las mejores opciones del sector joyero en su camino hacia el compromiso con el medio ambiente, mientras que los diamantes creados en laboratorio han dejado de ser algo «extraño» para convertirse también en una perfecta opción. El sector trabaja por una industria más sostenible y cada vez es más común que ciertas marcas utilicen estos materiales sostenibles en sus producciones. Ahora es una casa de moda quien apuesta por el oro reciclado para debutar en el mundo de la joyería. Hablamos de Prada.
Genderless, estética minimalista, oro reciclado y diamantes trazabales son las características que definen a la primera colección de joyas de Prada, que se estrena en este sector bajo la insignia de la sostenibilidad: «Eternal gold». Además, esta colección es la primera en el ámbito del lujo en utilizar solo oro reciclado certificado al 100 %. Como otro paso innovador para la joyería fina, los registros de esta verificación se han registrado en la plataforma Aura Consortium Blockchain y los clientes de Prada pueden acceder a ello para verificar la autenticidad de sus piezas, así como su viaje en la cadena de producción.
En un momento en el que la joyería recupera su valor eterno y los consumidores buscan piezas que se perduren en el tiempo, Prada apuesta por este concepto para crear una primera colección que pase de generación en generación y que lo haga de forma sostenible. Por ello, el 100 % del oro utilizado está certificado conforme a los estándares de la «Chain of Custody«, establecidos por el Responsible Jewelry Council.
La colección es una reinterpretacion del estilo Prada y sus símbolos, como la serpiente, el corazón, la cadena y el choker o el famoso triángulo. Piezas que también destacan por dejar a la vista el cierre ya que el centro de la cadena, cerrado por un triángulo liso en un lado y cubierto de brillantes en el otro, así como en el eslabón de las cadenas y pulseras, redondeado en la parte en contacto con la piel y casi afilado hacia el exterior. Incluso el brazalete de serpiente no se lleva en la muñeca, sino que gracias a la presencia de titanio, que lo hace flexible, sube por el antebrazo, al estilo Cleopatra.
La primera colección de joyas de Prada se ha presentado a través de una campaña protagonizada por un elenco de personalidad como la galardonada poeta y activista estadounidense Amanda Gorman; la actriz, modelo y cantautora estadounidense Maya Hawke; y el músico holandés-coreano-canadiense Somi Jeon; iconos únicos como cada pieza de esta colección. Fotografiados por David Sims, y bajo la dirección creativa de Ferdinando Verderi, los retratos clásicos se yuxtaponen con reflejos en oro.