Desde su lanzamiento en Londres, en octubre del año pasado, el «Classic Tour» de Breguet ya ha visitado varias ciudades alrededor del mundo. La última Taiwán, donde Breguet volvió a presentar su savoir-faire tradicional para realzar el arte de vivir de un «caballero». Una iniciativa que el pasado 7 de junio llegó a Madrid.
Durante esta cita, la Casa relojera volvió a reunir una selección de oficios artesanos que comparten los mismos valores de excelencia que cualquiera de los relojes que componen su emblemática colección Classique.
Un palacete del siglo XIX, situado en el corazón del castizo barrio de Lavapiés, en Madrid, fue el lugar elegido por Breguet para celebrar la llegada del «Classic Tour» a la capital española. Allí Breguet presentó, junto a cinco exclusivas marcas locales, su saber hacer tradicional, dando a sus invitados la oportunidad de descubrir el día a día de un perfecto gentleman.
Una ocasión en la que además de mostrar la exquisita atemporalidad de la colección Classique, los asistentes pudieron disfrutar durante el evento, del buen hacer de un sastre y de un artesano del cazado, de un maestro destilador y de los perfumes más selectos.
La colección Classique
La Casa Breguet, fundada en 1775, personifica la excelencia en la fabricación de relojes y forma parte del patrimonio cultural europeo. Sus creaciones han estado en posesión de las personas más ilustres del mundo, cautivando desde sus comienzos a los caballeros que persiguen la elegancia. Y de entre todas, la línea Classique, es la que refleja de una forma más fiel las reglas técnicas, el arte relojero y los valores tradicionales de Breguet, donde el nuevo Classique Extra-Plate 5157 de oro rosa, es un perfecto ejemplo de ello.