En esta semana han sido más numerosas las noticias de sucesos que afectan al sector joyero. La primera se saldó con un detenido que practicó en varias ciudades españolas la sustracción por la modalidad «muleta» y en Vicálvaro el miércoles se practicó un violento asalto con maza y machete.
Detenido «muletero» tras practicar supuestamente varias sustracciones en joyerías del país, la última el 30 de junio en Almería. Así ha informado en una nota la Policía Nacional. La detención ha tenido lugar en la localidad de Badalona y el sujeto tiene 19 años, es colombiano y responde a las iniciales C.C.S.F.
Parece ser que el supuesto delincuente se dedicaba al modus operandi de la «muleta», conocido así por su similitud con la práctica taurina. Para explicarlo sencillo, se hacía acompañar por un periódico o catálogo que usaba para, con el mayor disimulo, sustraer lo que hubiera sobre el mostrador del establecimiento joyero escogido.
Por este método, supone la policía, ha cometido diversos delitos en al menos cuatro joyerías de diferentes localidades españolas. Además de la de Almería, de donde se llevó una manta con alrededor de 60 cadenas de oro, también en Málaga, Marbella y Zaragoza. La colaboración policial ha sido fundamental en el esclarecimiento de los hechos, a lo que han contribuido también la metodología repetitiva empleada por el «muletero», así como muestras de ADN y huellas.
El asalto de Vicálvaro
También el miércoles tuvo lugar en el Centro Comercial de Vicálvaro, Madrid, un violento asalto protagonizado por tres hombres armados con una maza y un machete. La joyería objeto de la agresión se llama A’Damas y la propietaria, que se encontraba en aquellos momentos fuera pero muy cerca del establecimiento, tuvo el valor de agarrar una escalera de unos técnicos que se encontraban en las inmediaciones y amenazar con ella al trío de delincuentes. La empleada se hallaba tras un cristal blindado.
El suceso se saldó con la huida de los malhechores llevándose consigo algunas piezas de plata de poco valor. Eso sí, dañaron el local rompiendo de forma violenta los cristales de mostradores y vitrinas. Pese a que varias unidades de la Policía Nacional llegaron pronto al lugar no pudieron impedir la huída de los agresores en un coche negro. El caos en el centro comercial fue evidente y hubo más de un cliente del centro comercial contusionado por los golpes provocados por los tres atacantes cuando huían e incluso por el terror generalizado que se provocó con el asalto.