Tres relojes que celebran la belleza de los cielos, combinando Alta Joyería, el virtuosismo de la relojería y la mejor artesanía.
La Maison Chaumet ofrece en primicia tres relojes Flying Tourbillon inspirados en el resplandor del sol y los cambios de color. En ediciones limitadas a tres piezas cada uno, celebran la belleza de los cielos, combinando Alta Joyería, el virtuosismo de la relojería y la mejor artesanía.
Como tributo a la inmensa esfera incandescente y vibrante, Chaumet ha creado tres relojes de Alta Joyería en colores radiantes y piedras ardientes, cada una animada por un calibre Flying Tourbillon, cuyo movimiento hace eco al del sol. Ya sean las dos piezas Soleil de Feu, adornadas con colores cálidos que recuerdan el sur, o Soleil de Minuit, en azules y verdes boreales, las tres brillan con fuegos singulares.
El oro, en blanco o rosa, da forma a una caja rediseñada para adaptarse a esta nueva serie. Curvo, con un cuerno único y una gema engastada en todos los lados, emerge de una correa de piel de cocodrilo para flotar sobre la muñeca.
Sus diales esmaltados de grand feu, realizados con una habilidad suprema por la artista Anita Porchet, presentan un acabado en guilloché o grabado a mano. Luego, las espinelas, los granates, los zafiros, los rubíes y las turmalinas se colocan al final de las espirales de oro engastadas de diamantes. El más grande de ellos, en forma de pera, está montado en trembleuse para un efecto vibrante y brillante.
En el corazón de cada reloj: un calibre CP12V-IX. Enteramente esqueletizado, este aspecto únicamente visible desde la parte posterior, también ofrece la rara garantía de una reserva de energía de 100 horas. La Maison ha aprovechado la ligereza de su Flying Tourbillon para completar su metáfora solar. El movimiento producido por Hublot crea una impresión de espacio abierto con un colorido puente tourbillon o remolino. En su órbita permanente, este sol en miniatura siempre radiante sale y se pone, pasando del mediodía a la medianoche.