Caroline Scheufele nos desvela en exclusiva las primeras creaciones de la colección Red Carpet que surgen de la genialidad de sus talleres.
Chopard presenta, como cada año, la colección de Alta Joyería Red Carpet y aunque este año es diferente en todos los sentidos, también en la ausencia de alfombras rojas, la firma nos hace imaginar como podría haber sido la alfombra roja del Festival de Cannes de este año. Caroline Scheufele ha elegido como tema principal de esta colección el mundo de la naturaleza, transmitiéndolo en joyas directamente escapadas de un mundo encantado.
La Colección Red Carpet: una proeza que se renueva cada año
Desde el 60 aniversario del Festival Internacional de Cine de Cannes, cada año los talleres de Alta Joyería de Chopard han logrado la proeza de crear una colección que cuenta con tantas creaciones como años de existencia tiene el Festival. Un reto ambicioso, propuesto por Caroline Scheufele – copresidenta y directora artística de la Casa – a sus equipos, que reúnen el saber hacer de más de 30 oficios artísticos.
Hoy, los talleres de Chopard, situados en Ginebra, son los mayores talleres de Alta Joyería de Suiza y ahí es donde nace esta colección denominada Red Carpet, destinada a brillar en la escalinata del Palacio de los Festivales mientras adorna a las más bellas actrices durante la presentación oficial de sus películas. Aunque esta vez nos tendremos que imaginar ese momento, las joyas son tan espectaculares como cada año.
73 tesoros
Caroline Scheufele, el alma creativa de Chopard, e iniciadora de The Journey, su Viaje Hacia el Lujo Sostenible, rinde homenaje al medioambiente, a su flora y a su fauna, eligiendo a la Naturaleza, de ahí su nombre “Nature”, como tema principal, de esta colección número 13.
Caroline nos desvela en exclusiva las primeras creaciones que surgen de la genialidad de sus talleres: un reloj joya «Búho», cuyas dos esferas rodeadas de zafiros multicolor forman los ojos del animal nocturno; un par de pendientes «Orquídeas» cuyos pétalos de zafiros y los brotes de tsavoritas parecen más auténticos que los naturales; unos pendientes «Gingko» fabricado con esmeraldas talla pera, tsavoritas y zafiros amarillos cuyos tonos evocan la frondosidad de este árbol majestuoso; o incluso una serie de sortijas «Oso polar» y «Foca» de diamantes.