Produjo en vida más de 865 millones de quilates.
Argyle, tras casi cuatro décadas proveyendo de diamantes al mundo de la joyería, especialmente los rosas, ya descansa. Rio Tinto, su propietaria, había anunciado previamente su cierre el pasado verano, pero ha sido el 3 de noviembre cuando Australia y especialmente los trabajadores de la mina y población local han dicho adiós a este icónico yacimiento ubicado en la región este de Kimberley. Agotadas sus reservas, ese día Rio Tinto, en un acto simbólico, devolvió Argyle a sus propietarios tradicionales. Se calcula que todavía serán necesarios unos cinco años para desmantelar la mina y rehabilitar el terreno, más otros años de control de la zona para devolver a la tierra lo que le pertenece.
En ese sentido el gerente de la mina, Andrew Wilson, indicó que “este es un día histórico para la mina Argyle y la región este de Kimberley, y una gran fuente de orgullo por esta historia de éxito única en Australia. Ahora comenzará un nuevo capítulo al iniciarse el proceso de cerrar respetuosamente la mina Argyle y rehabilitar la tierra, para ser devuelta a sus custodios tradicionales”.
Un emotivo día de despedida en el que Arnaud Soirat, director ejecutivo de Copper & Diamonds de Rio Tinto, declaró: “Hace cincuenta años, muy pocas personas creían que había diamantes en Australia; incluso menos podían haber previsto cómo se desarrollaría la historia de Argyle. Llegar a este capítulo final ha requerido visión, coraje y determinación para superar desafíos importantes y entrar en un nuevo territorio en la exploración, extracción y comercialización de diamantes. Hoy en día, la influencia de Argyle se extiende a muchas esferas y continentes y estoy muy orgulloso de reconocer a todas aquellas personas que han contribuido al descubrimiento y desarrollo de la mina y la producción de algunos de los mejores diamantes que el mundo haya visto jamás”.
La historia de Argyle arranca en octubre de 1979 con su descubrimiento. Las operaciones mineras se iniciaron en 1983, a cielo abierto en 1985 y de forma subterránea desde 2013. Durante este período de tiempo, la mina ha producido más de 865 millones de quilates de diamantes en bruto, lo que la ha convertido en el mayor productor mundial de diamantes de colores y prácticamente la única fuente pequeña, aunque constante, de diamantes rosas raros.