La experiencia de un maestro se vuelca en un curso de alta joyería para el aprendizaje de los joyeros del futuro.
Antoni Farré lleva su trayectoria en el sector de la joyería a la Escuela del Colegio de Joyeros, de Orfebres, de Relojeros y de Gemólogos de Cataluña (JORGC). Los 21 años de la escuela y los 66 años de profesión de Antoni se fusionan en un curso de alta joyería impartida por el maestro. Desde Contraste hemos podido pasar una mañana en la escuela de la mano de Antoni y la Directora de la escuela, Núria Serret.
De Antoni Farré conocemos, además de su increíble trayectoria y sus creaciones, su pasión por este oficio, recalcando siempre que además de un saber hacer también es necesario amor e interés. Por eso, este curso no consiste únicamente en la enseñanza de las técnicas tradicionales del sector, si no que como el propio Antoni nos cuenta: “Soy un enamorado de mi oficio desde que empecé hasta hoy, y ya han pasado 66 años. Me gustaría que mis alumnos no solo captaran la idea de trabajar, si no que también saber cómo hacerlo y esta estimación que yo siento por el oficio. Una cosa es ser joyero, y otra muy diferente es que la persona sea creativa, que sepa ver el volumen de una pieza y su línea, sin que esta se rompa”.
Desde el dibujo, la realización de la pieza en cera y el molde, los acabados, las roscas…todo el proceso, desde la idea principal hasta la pieza final, es lo que Antoni Farré quiere transmitir a sus alumnos. “Mi filosofía es enseñar cómo se trabaja la cera de forma escultórica, por eso a partir de láminas del Siglo 19 creamos la pieza en cera para, a continuación, desarrollar todo el proceso de diseño con un acabo diferente, ya que unimos la pieza con roscas; menos la fundición de la pieza, todo lo hacemos aquí. La segunda parte de este curso de 120 horas consiste en la creación de una pieza elegida por cada alumno”, nos cuenta Antoni.
Durante nuestra mañana en la escuela pudimos comprobar el entusiasmo y las ganas de aprender de cada uno de los alumnos, al mismo tiempo que disfrutamos viendo como poco a poco dan vida a cada pieza. “Es muy importante saber que cada alumno tiene su propia personalidad, y un profesor se debe acoplar a la manera de cada uno; yo tengo la suerte de poder conseguir esto, ya que si trabajas con la mentalidad de cada persona, ellos entienden mejor lo que les quieres transmitir”, afirma Antoni.
Un curso que va mucho más allá de la parte técnica y de la tradición propia de esta profesión, ya que como indica Antoni: “La joyería también es transmitir, no se trata únicamente de diseñar una pieza, si no que hay que poner amor y vida; cuando la cliente vea una pieza se trata de que se enamore de ella y le transmita algo; esto solo se puede conseguir si el joyero lo hace con estimación. Estos valores pasan por el corazón de un artesano que trabaja con las manos y, si es creativo, también por la cabeza”.
La tradición joyera en el mundo actual
“Antoni Farré está aportando su oficio y profesionalidad, a la Escuela de joyería JORGC. Los oficios artesanos se están perdiendo y es muy importante rescatar y aprovechar la experiencia de los profesionales, que transmiten su saber a los alumnos, al final son ellos los que tienen los conocimientos manuales que se utilizaban antiguamente y que ahora parece que se pierden debido a la llegada de las nuevas tecnologías. Pensamos que las dos formas de trabajar se complementan y cada alumno ahora, futuro profesional después, si dispone de toda la información puede decidir que técnicas y tecnología utilizar.”, nos cuenta Núria.
Ante la rápida evolución en nuestra sociedad, las nuevas generaciones, el mundo digital y la llegada de la tecnología, Antoni Farré opina que es un paso adelante y que se pueden aprovechar las nuevas tecnologías, como el 3D, aunque “es muy importante que el joyero no caiga en la trampa de arreglarlo todo con estas herramientas; gracias a esta técnica la pieza saldrá perfecta, pero yo reivindico siempre en la imperfección de lo perfecto”.
En esta dirección gira también el objetivo del curso impartido por Antoni, ya que como opina Núria: “Para nosotros es muy importante que Antoni esté en nuestra escuela, en estos momentos, aunque tengo que reconocer, que contamos con un equipo de profesores/profesoras excepcionales”.
Así es que en la escuela actualmente se están impartiendo, al mismo tiempo a nivel taller, diferentes cursos, como el de alta joyería de Antoni Farré, el de joyería contemporánea impartido por Ignasi Cavaller y el técnico habitual.. Pretendemos que nuestros alumnos salgan lo suficientemente formados con el objetivo de que sean capaces de trabajar, fusionando las técnicas tradicionales y las más actuales; es evidente que la imagen de la joyería se está ampliando y en la actualidad se puede utilizar, para una joya, desde el oro, platino pasando por madera o resinas…”
La experiencia del JORGC con Antoni Farré como profesor
“Conocí a Antoni hace tiempo, cuando tenía su propio taller; en su última exposición le propuse impartir sus técnicas en nuestra escuela, la propuesta le encantó y a nosotros nos gusta tenerlo aquí y ver como disfruta explicando todo aquello que sabe. Encontramos muy interesante, dar acceso puntual a propuestas interesantes, de las que se puedan beneficiar nuestros estudiantes”, nos cuentan desde la Escuela de joyería JORGC.
Por su parte, Antoni afirma que “cuando me propusieron venir aquí no me lo pensé dos veces, ya que me encanta la idea de tratar con personas que quieren aprender este oficio. Además la experiencia aquí está siendo fantástica, estoy dando todo lo que yo sé y mis alumnos recogerán lo que puedan o crean y serán ellos quienes transmitirán todo esto en el futuro”.
De cara al futuro, Antoni y el JORGC ya están preparando un segundo curso en el que no se repetirán las mismas técnicas, por lo que los que se apunten de nuevo tendrán un nivel más elevado que los que lleguen nuevos. Una aventura que, como cuenta Núria, “es un proceso muy elaborado y desde aquí os animamos a todos los que quieran formar parte de esta experiencia, a venir”. Para concluir, la directora afirma que “es un lujo ver como nuestros alumnos aprenden, disfrutan y trabajan, se están creando piezas muy elaboradas, dada la complejidad de la técnica, estoy a la expectativa de ver como acaban”.
En palabras de los alumnos
- Cesc: “Me apunté a este curso porque hubo un par de cosas que me llamaron mucho la atención, como el método de unir piezas mediante tuercas, sin soldadura, el estilo de joyería de mediados del siglo 19, o hacer los módulos a partir de un bloque de cera, algo que hasta ahora no había hecho nunca. Está siendo muy interesante y este aprendizaje abre muchas puertas”.
- Elisenda: “Soy profesional del sector pero cuando ví su trabajo con otros alumnos y el resultado que estos obtenían a partir de laminas tan antiguas, decidí apuntarme a este curso. Tengo mi propia marca y trabajo más la parte de diseño, pero el concepto que trabaja Antoni era algo que me faltaba. Poco a poco el resultado está siendo muy satisfactorio y muy diferente a lo que hago habitualmente; de eso se trataba, de romper un poco con lo que hago siempre”.
- Violeta: “Cuando me enteré del curso busqué información sobre Antoni por que no le conocía; al conocer su trabajo y, sobre todo, su trayectoria, sabía que tenía que apuntarme porque no solo quería conocer las técnicas si no que también la experiencia durante tantos años. No venía con ninguna expectativa, pero estoy aprendiendo mucho y, aunque no tiene nada que ver con el trabajo que hago, es importante conocer otras técnicas. Se trata de un trabajo muy laborioso pero cualquier pequeño detalle o explicación que Antoni nos da se puede aplicar sin dificultad. Si vuelven a hacer el curso me volvería a apuntar, ya que se trata de un curso en el que siempre aprendes algo nuevo”.