Los daños ocasionados a los joyeros gijoneses ascendieron a 17.767,70 euros.
Cárcel para los presuntos responsables de un asalto, por medio de un butrón, en la joyería Canteli, ubicada en Gijón. Los responsables se sentarán en el banquillo como acusados de un delito de robo con fuerza y de pertenencia a grupo criminal.
El asalto tuvo lugar en marzo del pasado año; un asalto que además podía haber sido peor de lo que fue, ya que los ladrones lo llevaban todo más que organizado gracias a las informaciones de un viajante. El día 11 legaron desde Madrid en tres coches, mientras uno de ellos vigilaba fuera del comercio, el resto actuaba entrando al local de al lado para así realizar dos buitrones en la pared contigua a la joyería. Uno resultó demasiado pequeño y otro con diámetro suficiente para el paso de una persona. Una vez dentro comenzaron a arramplar con todo: joyas y el dinero de la caja de caudales.
Mientras unos iban metiendo en bolsas el botín y sacándolo para cargarlo en los coches, otros miembros de la banda trataron de abrir la cámara acorazada con lanzas térmicas y material especializado. En plena acción criminal intervino la Guardia Civil, que venía siguiéndoles desde hacía tiempo, pues se les considera autores, además, de más asaltos. Seis miembros de la banda, de entre 28 y 35 años, todos nacionales, fueron detenidos en el mismo momento, incluido el representante de joyas Félix G. G. de 62 años, viajante habitual en el comercio gijonés, que ofreció una detallada descripción sobre horarios, medidas de seguridad de la joyería, alarmas y formas de entrar.
De esta manera, se frustró el robo de joyas y dinero que alcanzaban los 1.200.000 euros. No obstante, los daños ocasionados a los joyeros gijoneses ascendieron a 17.767,70 euros y está por determinar el lucro cesante por los días que el comercio mantuvo cerradas sus puertas.
Tras la detención se les intervinieron diferentes herramientas como lanzas térmicas, mangueras de presión, bombonas de acetileno y oxígeno, sopletes y un equipo completo de oxicorte. De los seis detenidos, cinco de ellos ingresaron en prisión provisional. No obstante, la operación de la Guardia Civil, denominada «Petunia», siguió su curso a sabiendas de que el grupo era más amplio. De hecho, en mayo dieron el golpe definitivo a toda la banda con once personas detenidas, incluidas las actuantes en la calle Roncal. El grupo, hombres de entre 35 y 62 años, estaba dividido en dos células, una más violenta que otra.
Fuente: La Nueva España