Muchos de los lectores pensarán que exagero al hablar de esta manera… o incluso algunos expositores opinarán de la misma manera. Pero déjenme que les explique mi punto de vista.
Voice ha sido un éxito porque sus responsables (un gran aplauso para ellos) empezaron a trabajar en la organización de un concepto de feria diferente en mayo (cuando nadie daba un duro por las ferias)… En junio y julio se dedicaron a hablar con medios, expositores y visitantes. Y lógicamente el sentimiento era unánime… “Estos están locos…. la feria no se va a poder llevar a cabo y quieren salvar los muebles”… Opiniones como ésta abundaban.
Pero la realidad ha sido bien distinta… Hace una semana, cuando mi padre me preguntó: “Pablo, ¿qué hacemos con Voice?”, mi opinión empezó a cambiar de manera drástica. Del que locos están que pensaba hace unos meses, pasé al que huevos le han echado. Lógicamente la respuesta a mi padre fue obvia: «Si la feria se hace, Grupo Duplex tiene que estar«. De tal manera que programé pruebas PCR (obligatorio según la embajada italiana para entrar al país desde España) y empecé a programar todo el viaje.
No puedo estar más feliz de haber sido partícipe de esta primera edición de Voice. Primero, porque cuando llegué me encontré una organización descomunal. Un equipo humano de trabajo que, contra todos los elementos que se habían puesto en contra de la organización de cualquier tipo de evento, decidió luchar por el sector (y vaya si lo hicieron).
Casi siempre en los negocios se utilizan más las matemáticas que el corazón. Y en este caso con un altísimo porcentaje de probabilidades de haber tenido que cancelar la feria. Muchas empresas hubieran desistido a las primeras de cambio, porque a nadie le gusta trabajar e invertir para nada. Pero a ellos, les importó bien poco.
Por otro lado, los expositores… La gran mayoría (yo no me encontré con ninguno descontento), porque no hablé con los 370, estaban muy contentos. Pero esto tiene un poco de trampa. Era fácil que dichos expositores estuvieran felices, porque una feria normal de Vicenza tiene aproximadamente 1.200 expositores. En esta edición estaban los 370 jabatos que, pese a los riesgos a los que se enfrentaban (“yo vengo con expectativas cero” me decía alguno), estaban allí luchando contra los elementos y contra la tónica mundial de mejor no hacer nada y esperar, que luchar por tu empresa y negocio.
Por último, los visitantes… Y es que la lógica es aplastante. Si yo tengo una tienda o cadena de tiendas, durante tres meses he estado parado, después el consumo se ha activado, las ventas me han funcionado y necesito mercancía y novedades para la tienda…, y solo hay una feria a nivel internacional que se celebra, de cabeza que voy. Pero también hay que tener en cuenta que esos visitantes son COMPRADORES, y lo pongo en mayúscula porque de verdad lo son. Los visitantes que con todas las medidas se atrevieron a ir, sabían a lo que iban….
Entonces la ecuación es perfecta, una organización trabajando por y para el sector, una selección de expositores con ganas de empezar a trabajar y dispuestos a arriesgar por el bien de su negocio y unos visitantes con el mismo pensamiento.
¿Por qué digo entonces que Voice ha sido un éxito aplastante? Pues es muy lógico, ha conseguido contentar a todas las partes implicadas, organización, expositores y visitantes.
Pero la gran vencedora de esta primera edición de Voice ha sido la mentalidad de los joyeros. “Estoy contento solo de estar aquí, debíamos empezar a trabajar cuanto antes”, me decía un fabricante italiano muy conocido.
Como anécdota, explicaré que a las 19:05 del lunes, mientras me tomaba un prosecco en el afterparty de la feria, me llamó un amigo que se dedica a otro sector de complementos. Ante el barullo que oía a través del teléfono, me preguntó donde estaba. Su voz de sorpresa al decirle que estaba en la feria internacional de joyería de Vicenza era significativa: “No puede ser, han cancelado todas las ferias internacionales en todos los sectores!”.
La moraleja es muy simple:
A veces tienes que luchar contra toda lógica por el bien de tu negocio. La palabra incertidumbre es la que más he oído durante estos días en Vicenza. Pero la incertidumbre no siempre es algo negativo. A veces la incertidumbre viene de no poder acertar y quedarte corto en la fabricación de piezas, o decidir no ir a una feria aún necesitando pedidos internacionales, o (porqué no) de no dar a conocer tus novedades a tus clientes en cualquier medio, pese a que ns has ido a enseñarlas a ninguna feria y los comerciales tienen sus viajes muy limitados.
No hay que tenerle miedo a la incertidumbre, a la incertidumbre se le planta cara con respeto y trabajo.
Para nosotros ha sido un comienzo maravilloso. Esperábamos muy poco,y ha sido una sorpresa positiva el resultado de VOICE. Nuevos clientes y nuevos proyectos. Si uno se queda en casa se arriesga a perder oportunidades. 😉
No hay nueva era, ni nuevo espíritu, tampoco nueva realidad. Lo que hay es son GANAS de dar un bocado al mundo y demostrar la capacidad «espermatozodica» que tiene el ser humano ante los retos…!!
Es el inicio de una nueva era, y como tal los cambios son obligatorios para todos. Nuevos reglas a las que nos debemos adaptar. Nuevas mareneas de interactuar con nuestros clientes. Pero sobre todo cambios que debemos hacer para seguir en este nuevo mundo, nuevo mercado, nuevo comercio, nuevos valores de compra… un gran oportunidad para los que lo sepan aprovechar y una oportunidad de sacarse lastres de encima…
Totalmente de acuerdo, querido Pablo. Alli nos vimos y lucharemos con toda la fuerza para ir adelante. Este es el principio del camino a la victoria…!¡ Un saludo a todos los valientes…!
Finalmente y como siempre ha pasado en la historia, es espíritu emprendedor, que a unos pocos no hace tirar hacia adelante, contra viento y marea, sin saber lo habrá después de la tormenta… hace que el mundo continue. El esfuerzo de unos pocos hará que salgamos de esta crisis económica. Felicidades campeones!!!!