Reinventarse empieza por una estrategia pero también pasa por valores tan esenciales como el diseño y la tradición.
El sector joyero y relojero sufre los impactos de la pandemia y, aunque en año anteriores al estallido de esta crisis, el sector había experimentado un crecimiento medio anual del 2%, la situación vuelve a truncar al sector que, según el informe de DBK Informa, ha hundido sus ventas en 2020. Suena lógico, que sector no ha caído en ventas este año… lo cierto es que también podemos estar ante una segunda oportunidad.
El confinamiento y el cierre del comercio afectó al negocio de la joyería y relojería, igual que a otros muchos negocios. Con el auge del teletrabajo la joyería vivo un respiro y es que esta nueva forma de trabajar también se ha convertido en parte de la nueva normalidad, donde la joyería ocupó inesperadamente un primer plano. «Si no nos quitamos el pantalón de pijama durante todo el día, no pasa nada ¿no?, nadie lo notará. Pero de cintura para arriba, eso ya es otra historia. Es aquí donde entran en juego no sólo nuestras mejores camisas o cualquier otra prenda, si no que las joyas se convierten en el complemento por excelencia, cobrando más sentido que nunca. Así lo afirma un estudio de WGSN, líder mundial en pronósticos de tendencias de moda», comentábamos en Grupo Duplex Tendencias hace unos meses. Una nueva forma de autoexpresarse que ha llegado para quedarse.
La pandemia también ha endurecido el marco de competencia de la industria y paralizado algunos planes de expansión aunque no todos, ya que hemos podido ver como en meses difíciles marcas del sector conseguían seguir adelante con sus planes gracias a una buena estrategia, como es el caso de Apodemia.
Por otro lado, desde DBK añaden que en los próximos años «se consolidará el crecimiento de las ventas online, en un marco de creciente desarrollo de la oferta y la progresiva tendencia de la demanda hacia la utilización de este canal«. Y es que también hemos sido testigos de como el mundo online y el físico han aprendido a convivir, y no solo en el sector joyero y relojero. Muchos comercios se han reinventado, otros han dado el paso hacía un plan que hace tiempo tenían en mente, como es el caso de Festina, otros han optado únicamente por la vía online para seguir adelante e incluso, otros han superado las expectativas o han conseguido volver a estar en beneficios.
En definitiva, y a las puertas de cerrar este año, hemos podido comprobar que en tiempos de crisis las situaciones existen, el mundo físico y el online del que tanto hablamos no es que puedan convivir, es que deben hacerlo y entre todo esto, estamos en un momento el que las tendencias en joyería cobran relevancia y el público objetivo crece en target, por lo que reinventarse empieza por una estrategia pero también pasa por valores tan esenciales como el diseño y la tradición. Y aunque el 2021 abra sus puertas con bastante incertidumbre, el futuro sigue estando en nuestras manos.
El sector en datos
En 2019, el sector joyero y relojero generó unos ingresos de 1.780 millones de euros, un crecimiento del 2% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando la facturación fue de 1.740 millones de euros.
Las cadenas especializadas coparon entorno al 55% del valor total de facturación, mientras los comercios independientes representaron el 25,3% y las grandes superficies concentraron el 19,7% del valor total.
Si hablamos de categorías, los artículos mas vendido fueron los artículos de joyería y bisutería, con un 55% de las ventas totales, mientras que la relojería copó un 40% de los ingresos. Así es que, a finales de 2019, España concentraba una red de 9.100 puntos de venta del sector en todo el país, estando un 30% de estos integrados en cadenas.