La industria relojera tradicional se halla desorientada
¿Realmente estamos ante una nueva era relojera ? En los últimos 50 años pocas evoluciones hubo en el mundo del reloj. Mecánicos, automáticos, de cuarzo, energía cinética , solar… y poco más… ¿Los relojes llamados conectados serán una revolución en el sector? ¿Marcaran una nueva etapa relojera para el futuro?
Por un momento parémonos a pensar que estos llevan otro tipo de tecnología. Se trata de la informática o la electrónica, y estas tecnologías van a otro ritmo, a velocidad de vértigo. Ante esto, ¿los conoce-dores de nuestro sector se atreven a pronosticar el futuro a tres, cuatro años vista?
Nada distinto a lo que ocurre en la vida real sucede en el mundo del reloj. Estamos ante una nueva era que nada tiene que ver con la anterior. Nos encontramos pues en un nuevo mundo cuyo lema es: “Renovarse o morir”. Otra vez, tenemos que recordar las famosas palabras que se atribuyen a A. Einstein: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Este sí que practicó con el ejemplo, adelantándose a sus tiempos.
Nosotros ya no nos podemos adelantar a nada, estamos inmersos en medio del jaleo. Las tecnologías aprendidas en nuestra juventud están ya obsoletas. Estamos en el nuevo cambio y los que no se han dado cuenta de ello, están en el limbo y fuera del nuevo ciclo mundial. Solo el que sea capaz de adaptarse a esta nueva era, va a tener futuro.
Estamos ante un mundo diferente. Los relojes tradicionales, ya sean de cuerda, automáticos o de cuarzo, tienen una tecnología obsoleta. Ninguno de ellos da la hora exacta, que es el principal objetivo para lo que fueron creados, su razón de ser. Van perdiendo mercado día a día a costa de los llamados inteligentes. Se me ocurre decir que la situación es ya irreversible…
Exactitud, precisión, fiabilidad… esto está ya en manos de los relojes conectados. Por ello, para continuar en este sector relojero, tenemos forzosamente que saber adaptarnos, y encontrar esa conexión con los relojes inteligentes y, sobre todo, unirnos a los medios modernos de comercialización.
En 2015 Apple inició una carrera a la que luego se subieron otras importantes empresas. Desde ese momento la industria relojera tradicional se obligó a reposicionarse sin paliativos. Estamos en un laberinto interno con una gran desorientación. En 2017 ya se fabricaron siete millones y medio de estos relojes inteligentes o híbridos… Y siguen creciendo a un ritmo de un 20% cada año. Se espera que en 2020 se superen los quince millones de piezas fabricadas.
Un dato: Apple, por sí sola, ya fabrica más relojes que toda Suiza. Y recordemos que Suiza monta la mitad de los componentes que han sido fabricados en Asia. En estos últimos años marcas como Swatch Group, Tag Heuer, Fossil ya están trabajando con Apple para poder ofrecer relojes híbridos con funciones inteligentes y manteniendo el estilo de la relojería tradicional. Los resultados son diversos.
Es muy difícil competir con Apple o Samsung , cuyos precios van de 100 a 1.000 euros. Pero ya llegó la gama inferior con productos chinos entre 20 y 100 euros, y desde los que se pueden hacer transacciones económicas como si de un móvil se tratara. Apple ya nos ofrece relojes a precios de lujo utilizando materiales preciosos como el oro en sus cajas…
Esto hará que el segmento del reloj tradicional vaya perdiendo mercado en favor de los llamados inteligentes o híbridos. El goteo se nos antoja interminable.
A ello hay que añadir que los mal llamados relojes de lujo “suizos” (ya fabricados en parte en Asia) se encuentran con toda clase de dificultades, y que no van a tener solución a corto plazo. Ofertas online, ofertas de tenderos de formas “raras” con grandes descuentos, las exigencias en aumento de los fabricantes, las condiciones de distribución de estas marcas, impuestos desbordados a estos productos , aumentos de los precios que no se basan en el aumento de costes de material o de producción, si no en el posicionamiento…, y lo que es más importante, la falta de transparencia de sus negocios que choca frontalmente con la transparencia del mundo digital. No vemos grandes perspectivas de éxito para estas marcas a corto-medio plazo. Aunque naturalmente, el gran lujo, la tradición, el costumbrismo, la vanidad y la ostentación forman parte del género humano. Rolex es el exponente principal de esto.
Si analizamos el mercado en España, vemos que las marcas de lujo han pasado de manos de importadores del país a manos de los fabricantes suizos eliminando intermediarios, como está sucediendo en casi todos los segmentos comerciales. Otro ejemplo de este cambio lo vemos en la conocida marca Pandora, que fue rescatada por su matriz de las manos del importador.
Otro dato es que una docena de empresas importadoras en manos de esos fabricante facturan el 70% de la relojería en España y que otras 40 existentes facturan el 30% restante. Sobre más de 100 empresas importadoras que teníamos, más de un 50% han desaparecido. De las 50 empresas importantes importadoras que nos quedan, trece se encuentran en manos extranjeras y controlando las marcas de lujo. El resto en más de un 25% están en un estado anémico o en peligro de extinción, y sufren un declive de ventas muy importante.
Solo un empresa española ha sabido crear un grupo importante de tiendas propias para sus marcas y todavía ayuda a subsistir a otro importante número de tiendas multimarca. A todo ello hay que añadir el poco o nulo interés que despiertan las ferias del sector, empezando por la de Basilea, la prohibición del Gobierno chino de regalar carísimos relojes de gran lujo suizos entre sus funcionarios, etc.
Pienso que hay quien no se ha dado cuenta de que estamos en “época de cambios” y que esta nos pide respuestas. Y solo hablamos pensamos en los cambios tecnológicos, pero sería muy interesante hablar de los cambios en la distribución, en el marketing o en la comunicación. Todo ello complementa y nos lleva a un nuevo sistema de entendimiento sectorial.
Pues si efectivamente ,muy buen diagnostico de la realidad , Miguel…. sigue marcando el paso a seguir
Miguel desde el primer día que llegó al sector se distinguió por ser precursor en todo y lo seguirá siendo hasta el final de sus días.
Le queda mucho por demostrar y no creo que tarde en hacerlo
El mundo del reloj inicia una nueva época y seguro que tanto él como sus marcas y toso su equipo nos van a sorprender
Otros lo intentaron sin éxito
Buenas fiestas