Thomas Sabo, el fundador de la marca de joyería del mismo nombre, ha decidido dejar la gestión y las operaciones diarias de la compañía a un director ejecutivo más joven. El diseñador de 56 años deja atrás una empresa con buena salud financiera y una cuota de capital del 80%, según informaron los medios.
Sabo decidió dejar su puesto de director ejecutivo de la empresa para evitar convertirse en uno de los “patriarcas que no pueden dejarlo ir, siempre queriendo hacer todo por sí mismos, solo para darse cuenta después de que no han logrado establecer un negocio sostenible”, según el periódico alemán Nürnberger Nachrichten. Aunque, como accionista mayoritario, el diseñador seguirá estrechamente vinculado con la compañía que fundó en 1984 y continuará trabajando como consultor en el desarrollo de diseño.
Según el diario, Gunnar Binder, el actualmente director financiero, se convertirá en el director ejecutivo de la compañía después de la partida del fundador. Además, el jefe de ventas de la marca, Tony Björk, asumirá responsabilidades adicionales.
La marca alemana ha lazando recientemente una colaboración con la marca de lencería Triumph, y se ha convertido en un factor esencial de la Semana de la Moda de Berlín, atrayendo a grandes multitudes de personas a sus eventos.
El año pasado, la empresa anunció planes de acelerar su expansión en Asia y aumentar las ventas a 300 millones de euros para 2020. La firma tiene previsto también lanzar una nueva línea de productos en 2019, y la expansión creará empleos adicionales en su sede. La compañía actualmente emplea a 1 860 personas en todo el mundo, incluyendo 490 en Alemania.
Thomas Sabo tiene alrededor de 300 tiendas en todo el mundo, y trabaja con más de 2 800 socios minoristas, al igual que aerolíneas y operadores de cruceros.