Nick Hayek criticó a los dos mayores hóldings de la industria del lujo de haber destinado toda su inversión al márketing en vez de a los productos.
Nick Hayek, consejero delegado de Swatch Group, anuncia que la compañía no renovará los contratos que mantiene con LVMH y Richemont, por lo que dejará de proveer mecanismos de relojería a estos gigantes del lujo.
El grupo suizo pone punto y final a su relación comercial con sus competidores en el segmento del lujo. Así lo ha anuncia el consejero delegado de la compañía, Nick Hayek.
Aunque esto no llega como novedad, ya que durante la última década, Swatch Group ya intentó restringir sus ventas de estas piezas en varias ocasiones. La compañía es propietaria de el fabricante de movimientos ETA para relojes mecánicos, de lejos el mayor del mundo en esta especialidad.
Las autoridades de la Competencia en Suiza abrieron en su día una investigación ante el intento de Swatch Group de frenar la comercialización de estos mecanismos en la que se concluyó que el gigante de la relojería tenía una posición dominante en el mercado y le obligó a mantener las ventas. No obstante, aquella resolución expira este año.
Hayek, también accionista de referencia de Swatch Group, criticó a los dos mayores hóldings de la industria del lujo de haber destinado toda su inversión al márketing en vez de a los productos. El directivo señaló que comercializan cada año 51.000 piezas a terceros y que esta producción podrían derivarla a sus propios productos.
El ejecutivo realizó estas declaraciones coincidiendo con la apertura de la nueva sede para la marca Swatch, en las que la empresa ha invertido 270 millones de francos suizos (238 millones de euros).
El grupo suizo de relojería cerró el ejercicio de 2018 con un beneficio neto de 867 millones de francos suizos (762,5 millones de euros), un 14% más que en el año anterior. La empresa elevó un 6% las ventas, hasta situarlas en 8.475 millones de francos suizos (7.454 millones de euros).