Las joyas y los relojes de lujo vivieron una gran demanda.
La compañía suiza Richemont presentó el viernes pasado sus resultados para todo el año registrando unas ventas de 19.181 millones de euros, un 46% más. Con esto, la empresa confirma que el periodo transcurrido hasta el 31 de marzo registró un fuerte rendimiento y un «cambio significativo en las ventas del grupo y el beneficio operativo».
Según el ejercicio presentado, las ventas aumentaron un 46% a tipo de cambio real y un 44% a tipo de cambio constante, con incrementos de dos dígitos en todos los segmentos, regiones y canales. Al igual que muchos otros actores del sector del lujo durante esta temporada de resultados, el impulso del crecimiento estuvo liderado por el comercio minorista y la región de las Américas.
Se podría pensar que los resultados fueron buenos porque se compararon con un año gravemente afectado por la pandemia, pero cabe destacar que la empresa dejo claro que en relación con los 12 meses transcurridos hasta el 31 de marzo de 2020, los resultados también son mejores.
Los resultados se vieron impulsado por sus casas de joyería, que aumentaron sus ventas un 49% (o 47% a tipo de cambio constante) y lograron un impresionante margen operativo del 34,3 %. La relojería especializada creció un 53% (o un 50 % a tipo de cambio constante) y lograron un margen operativo del 17,3%. Richemont añadió también que la venta mayorista se recuperó con respecto al año pasado, y que las ventas directas a los clientes aumentaron en dos dígitos en comparación con el año anterior y hace dos. Esto se vio «reforzado por el regreso de eventos de alta joyería en persona y el tan esperado evento Watches and Wonders, que abrió sus puertas en Ginebra en formato físico por primera vez en tres años«.
Sólo las marcas Buccellati, Cartier y Van Cleef&Arpels registraron unas ventas conjuntas de 11.000 millones de euros y el margen operativo alcanzó el 34,3%, 3,3 puntos enteros más que en 2020. Además, las ventas procedentes de las marcas de joyería, entre las que se incluyen Panerai, Piaget o Vacheron Constantin, registraron un repunte en sus ventas del 53%, hasta 3.400 millones de euros, superando casi todas ellas los niveles previos al estallido de la pandemia.
En cuanto al segmento digital, destacando que sólo las ventas procedentes del canal online crecieron un 27%, el grupo ha dicho que ha avanzado en el cambio hacia un modelo de negocio híbrido con una mezcla de propiedad de inventario y concesiones electrónicas/ marketplaces en Net-A-Porter y Yoox, y que ha aumentado los esfuerzos de localización. La británica Watchfinder consolidó su posición de líder en relojería de segunda mano tanto en el mercado nacional como fuera de Reino Unido.
En definitiva, las joyas y los relojes de lujo vivieron una gran demanda.
China y Rusia
Señalar que la suspensión de las actividades comerciales en Rusia tuvo un impacto negativo de 168 millones de euros en su resultado operativo, el beneficio neto del año aumentó un 61 %, hasta alcanzar los 2079 millones de euros. De hecho, tal y como apunta el medio BOF, las acciones de Richemont se desplomaron más en dos años después de que el propietario de Cartier afirmara que la demanda China será más lenta de recuperarse que lo esperado, nublando las perspectivas de un mercado que ha impulsado el reciente crecimiento de la industria del lujo. A esto se suma el golpe financiero sufrido en Rusia, ya que el grupo no logró llegar a un acuerdo para su unidad de ventas online y pronosticó tiempos difíciles por delante. Las acciones cayeron hasta un 12% el pasado viernes, habiendo perdido casi un tercio de su valor este año.
«Incluso si esperamos que lo peor de COVID haya quedado atrás, nos enfrentamos a un entorno global que es el más inestable que hemos experimentado durante varios años«, dijo el presidente Johann Rupert. «Nos enfrentamos a tiempos volátiles por delante«.
Y es que la economía china va a sufrir los impactos del COVID y los confinamientos durante más tiempo de lo que la mayoría de la gente piensa y que el rebote del país será más lento que el de otros. Alrededor del 40% de las tiendas de Richemont en ese mercado están actualmente cerradas. China, donde Richemont tiene unos 3.000 empleados, podría enfrentarse a una «repetición de 2020» a medida que se aceleren las infecciones por COVID, dijo la directora ejecutiva de Cartier, Cyrille Vigneron. «El país va a recibir un golpe económico», dijo Rupert, que fundó Richemont en 1988. “Habrá una contracción temporal”.