El primer reloj de buceo de Seiko y de Japón se fabricó en 1965, en una época en la que los relojes con altos niveles de resistencia al agua no eran muy comunes. Incorpora un calibre automático y tenía una resistencia al agua de 150m. El reloj se diseñó para tener la máxima fiabilidad y legibilidad en las condiciones más severas y fue utilizado por la Expedición Japonesa de Investigación de la Antártida de 1966 a 1969. En aquellos años el buceo recreativo creció en popularidad y el reloj de buceo de Seiko, encontró el favor de un público cada vez más amplio, que puso a la marca en el camino permanente del desarrollo de relojes de buceo duraderos, precisos y seguros. Un desarrollo que ha continuado hasta nuestros días.
Para este año, Seiko Prospex presenta una reinterpretación muy contemporánea de ese primer reloj de buceo que la marca nipona creó en 1965. La recreación de este clásico respeta el diseño original, pero está completamente actualizado en lo que respecta a su tecnología y funciones. Incorpora el calibre 6R15 y cumple con los estrictos estándares de Seiko en lo que respecta a los relojes de buceo. Las manecillas, más anchas con Lumibrite de larga duración, ofrecen una legibilidad perfecta en situaciones de baja luminosidad. La resistencia al agua se ha aumentado a 200 metros y el cristal de zafiro para mayor resistencia y durabilidad, tiene un revestimiento antirreflectante. La atractiva esfera verde se inspira en el extraordinario Mar del Coral, y los índices y las agujas destacan por su color blanco y amarillo, como si fuera el mar bañado por los rayos del Sol.
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