«Hemos observado que las incertidumbres geopolíticas y económicas de los últimos tiempos están provocando un incremento del interés por el oro físico«.
Degussa, la compañía de referencia en Europa en la comercialización de oro físico de inversión, responde a las preguntas básicas que se plantean quienes deciden comenzar a invertir en oro físico. “Hemos observado que las incertidumbres geopolíticas y económicas de los últimos tiempos están provocando un incremento del interés por el oro físico y que quienes se acercan por primera vez a esta inversión suelen tener dudas muy similares”, explica Tomás Epeldegui, director de Degussa en España.
La mayoría de las cuestiones que les llegan –explica Epeldegui- están relacionadas con las características y las ventajas de invertir en oro físico, su fiscalidad, la forma de realizar la comprar, cómo convertirlo en dinero una vez comprado, dónde guardarlo, en qué formato es mejor adquirirlo, entre otras. Y estas son las respuestas del director de Degussa a esas preguntas:
¿Qué es el oro físico de inversión?
Según la Agencia Tributaria, son los lingotes o láminas de oro de ley igual o superior a 995 milésimas de 2 gramos o más, y cuyo peso se ajuste a lo dispuesto en el apartado noveno del anexo de la Ley. También son oro físico de inversión las monedas que reúnan los siguientes requisitos: que sean de ley igual o superior a 900 milésimas, que hayan sido acuñadas con posterioridad al año 1800, que sean o hayan sido de curso legal en su país de origen y que sean comercializadas habitualmente por un precio no superior en un 80% al valor de mercado del oro contenido en ellas. Las monedas tienen que estar incluidas en la relación que publica ‘El Diario Oficial de la Unión Europea’ antes del 1 de diciembre de cada año.
¿Por qué invertir en oro físico?
Desde hace miles de años el oro ha sido un elemento que ha permitido las transacciones económicas y, como depósito de valor, siempre ha estado presente en la humanidad. También se puede considerar la divisa por excelencia. A lo largo de la historia, el oro físico en forma de lingotes y monedas de inversión ha ayudado a sus tenedores a mantener el poder adquisitivo durante largos periodos de tiempo. Es uno de los pocos activos que, al ser físico, permanece al margen del sistema financiero y actúa como valor refugio en los momentos de crisis, conflictos e inestabilidad geopolítica. Por todo ello, es una manera de diversificar y asegurar el patrimonio.
Además, el oro proporciona estabilidad y liquidez y es un seguro para el resto de inversiones.
¿Cuál es el mejor formato para adquirirlo?
Todas las piezas basan su precio en el contenido de oro que tienen. Sin embargo, hay que tener en cuenta varias condiciones:
· A igualdad de peso, los lingotes son más económicos que las monedas (por el coste del diseño que aplican las Casas de la Moneda).
· En las piezas más grandes el precio por gramo es más económico que en las más pequeñas.
· Comprar piezas más pequeñas permite en un futuro deshacer la inversión por partes, vendiendo solo los lingotes o monedas que se necesiten y conservando el resto.
Por estos motivos, cada inversor debe analizar su situación personal para decidirse por uno u otro formato.
¿Qué porcentaje de oro físico es recomendable tener?
En general, es recomendable tener invertido en oro físico entre un 5 y un 10% del total del patrimonio, entendido este como la suma de todos los activos (dinero, acciones, inmobiliario, colecciones, etc).
¿Qué fiscalidad tiene el oro físico?
Las piezas consideradas en el régimen especial del oro físico de inversión, es decir, las que reúnan las características explicadas en la pregunta 1, están exentas de pagar el IVA por normativa europea. En cuanto al IRPF, tributa por el incremento o disminución patrimonial que suponga la diferencia entre el precio de compra y el de venta se debe aplicar a la base del ahorro, igual que una acción o una participación en un fondo de inversión.