Es necesario ser más procliente que nunca.
La pandemia generada por el COVID-19 que, a su vez, ha provocado este estado de alarma y el cierre de tiendas, hace que estemos ante el momento de replantearnos cómo vender. El mejor escenario donde reinventarse y atender las necesidades del clientes es, ahora mismo, el mundo online: una oportunidad en medio de esta crisis.
Con el cierre de la mayoría de los minoristas, debido a la pandemia del COVID-19, hace que las compras se hayan desplazado aún más rápido al mundo digital. Por ejemplo, en Italia, que poco a poco empiezan a recuperar la normalidad en ciertos comercios, se ha registrado un camino hacia la recuperación con un aumento del 18% en las compras online. Un estudio de ccinsight.org afirma que en los últimos dos meses de la crisis, se registró una caída del 40% en volumen de pedidos de comercio electrónico pero, desde le 28 de marzo, se ha visto una recuperación lenta pero constante en todo el sector de la moda italiana.
Volviendo a lo que nos concierne a nosotros y ajustando nuestras necesidades y la de nuestros clientes a la digitalización, lo cierto es que, es necesario cuidar este espacio tanto como lo haríamos en nuestra tienda, desde la atención al cliente, hasta el escaparate o la información de un producto. Según un estudio de la empresa tecnológica alemana loadbee GmhB, el 58% de los compradores online abandonan su compra por falta de información sobre el producto de interés.
Esto se debe a que el servicio y el asesoramiento individual del personal de ventas son difíciles de trasladar al mundo digital, por lo que la información de los productos debe ser convincente, detallada y emocionalmente atractiva. Este puede ser probablemente uno de los factores más importantes a tener en cuenta si queremos potenciar nuestra tienda online.
Por otro lado, es necesario reinventarse en cuanto a imagen y estrategias. Cuando parece que todo está parado, las marcas y empresas con tienda online deben aprovechar el momento de ofrecer contenido diferente, pero también soluciones que beneficien a ambas partes. Es decir, debemos pensar en nosotros, en cómo solventar esta crisis, pero también en el cliente.
Un ejemplo es la marca relojera Breitling que ayer presentó sus nuevas novedades pero, para sorpresa de muchos, lo hizo como nunca antes lo había hecho: a través de un webcast. Realmente es necesario pensar más allá del producto, si ya lo era antes, ahora esta necesidad crece debido a la crisis: generar el deseo de compra empieza en cómo presentemos las novedades, en como utilicemos nuestros escaparates en web o redes sociales para captar la atención del cliente. Cada detalle cuenta, ahora más que nunca.
Si pensamos en el futuro, debemos entender que estamos a un paso de que todo cambie para siempre; sobre todo si hablamos de consumo. Es necesario ser más procliente que nunca y apostar por diferentes herramientas. Por ejemplo el “compra ahora y paga después” o, dicho de otra forma, la compra a plazos.
En 2009 sufrimos una crisis financiera, pero no existían las redes tal y como las conocemos ahora y, ahora mismo, son estos canales los que pueden salvarnos si sabemos como usarlos. Desde una tienda online, hasta las redes sociales. Volviendo a nuevas herramientas, la compra a plazos puede parecer una locura, pero si lo pensamos dos veces, todos ganamos: el cliente puede respirar y hacerse con una joya o un reloj e ir pagándolo poco a poco, al mismo tiempo que disfruta de esa nueva compra. De esta manera, también es más fácil acceder a un target más amplio, incluso es una manera de acercarse a las generaciones más jóvenes que tienen menos poder adquisitivo y, otra ventaja, es que esta herramienta puede ser una buena oportunidad de fidelización. Diferentes marcas de moda ya han implementado esta herramienta en su tienda online, por lo que quizás es buena idea que nuestro sector también se lo replantee.
Adaptarse con rapidez y éxito a las situaciones que nos toque vivir es necesario, sobre todo cuando suceden cosas tan imprevistas como ésta.
Quiro ser parte