Rusia es el líder mundial en la extracción de diamantes en bruto, y el 86 % de los diamantes en bruto pasan por Bélgica. Un sanción que podría afectar a todos.
Adiós a los diamantes rusos. Joe Biden anunció el viernes pasado nuevas sanciones contra Moscú por la invasión de Rusia, que pasan por vetar la importación de productos de sectores emblemáticos de la economía rusa, como los diamantes, el caviar, el marisco o el vodka. Más allá de eso, los rusos tampoco podrán comprar joyas, relojes y otros bienes de lujo.
Esta nueva medida supondrá para Rusia la pérdida de «más de mil millones de dólares en ingresos» por tales exportaciones y «garantizará que los ciudadanos estadounidenses no financian la guerra de Putin«, dijo un portavoz del Ejecutivo de Biden. Una prohibición acordada con la Unión Europea y el G-7 para boicotear las exportaciones rusas en general mediante la supresión de las facilidades que le otorga su estatus de «nación favorecida». De ese modo, los países integrados en el acuerdo podrán imponer aranceles más altos y nuevas barreras a los intercambios con Rusia aunque cada país deberá articular la prohibición comercial legalmente según sus normas. Los 31 países que se han unido en esta acción -EE.UU. más los 27 de la UE más el Reino Unido, Japón y Canadá- representan «más de la mitad de la economía mundial», indicó la Casa Blanca.
Otra sanción es la de que de los estadounidenses no vendan allí «artículos como relojes y ropa de alta gama, vehículos de lujo, alcohol de alto precio, joyas y otros bienes que compran con frecuencia las élites rusas«.
La importancia del diamante ruso
Bain & Co publicó el mes pasado su informe anual sobre la industria del diamante, elaborado en colaboración con el Centro Mundial de diamantes de Amberes. Este informe afirma una notable recuperación tras los estragos de la pandemia, con una facturación que creció un 62% en 2021, superando en aun 11% los niveles prepandemia.
La situación ha cambiado y ahora, el diamante teme por su supervivencia. Y es que, tras las nuevas sanciones a Rusia, hay que tener en cuenta que la mayoría de los diamantes provienen de Alrosa y los diamantes extraídos de sus minas suponen un 30% de bruto global. Solo el año pasado, extrajeron 32 millones de quilates por un valor por encima de los 4.000 millones de euros, según informa el medio The Business of Fashion.
Y es el que pasado 27 de febrero, EE.UU sancionó a Alrosa por lo que la capacidad de las empresas estadounidenses para participar en transacciones de deuda y capital con Alrosa se vieron afectadas. «Efectivamente, esta acción prohibe a las empresas y personas estadounidenses realizar transacciones de deuda durante más de 14 días con Alrosa, pero no impone las sanciones más severas de una congelación de activos y la prohibición absoluta de todos los negocios«, dijo el Comité de Vigilancia de Joyeros (JVC), una fuente de orientación legal para la industria, en una alerta a los miembros. «Para la industria de la joyería, cualquier acuerdo de memorando abierto celebrado previamente con términos superiores a 14 días debe modificarse inmediatamente para acortar los términos y/o cerrarse«.
Alrosa, un tercio de los cuales es propiedad del Estado ruso, es responsable del 90 % de la capacidad de extracción de diamantes de Rusia. «Alrosa está estudiando cuidadosamente las nuevas condiciones de trabajo en relación con las sanciones impuestas«, dijo un portavoz del minero a Rapaport News.
A su vez, en el diario Brussels Times se publicó que «mientras los líderes europeos aún deciden qué empresas sufrirán las sanciones, crece la preocupación en Amberes«; y es que Rusia es un socio vital para el comercio de diamantes de Amberes. En 2020, más de 1000 millones de euros de diamantes rusos pasaron por el puerto belga. Hace solo dos meses, el Centro Mundial del Diamante de Amberes anunció un acuerdo renovado con Alrosa. Rusia es el líder mundial en la extracción de diamantes en bruto, y el 86 % de los diamantes en bruto pasan por Bélgica.
Por otro lado, la revista Forbes se publicó, desde el centro mundial de Diamantes de Amberes, que “El impacto debería hacer daño a Rusia, pero existe la posibilidad de que nos haga más daño a nosotros, porque los rusos pueden comerciar con sus diamantes en países que no pertenezcan a la Unión Europea”.