«Los Rabat tenían la intención y realmente querían crear su propia marca y a Eduardo le sedujo la idea de entrar en un nuevo sector y llevar adelante un proyecto de relojería». Así nace Montjuïc Watches.
Autenticidad y originalidad. Así se define y, a la vez, se diferencia Montjuïc Watches, una nueva propuesta de relojería real, auténtica e inspirada en el mundo del motor y la competención. Al frente se encuentran tres amigos cuya amistad arranca hace tiempo: Rosendo Rabat, su hijo Rosendo «Tendu» Rabat y Eduardo Méndez.
En Montjuïc todo es original. Todos y cada uno de los componentes es diseñado, desarrollado y probado en Barcelona por su equipo. Un proceso largo, que necesitaría mucha dedicación y mucho tiempo y que, partiendo de cero, todo ha sido proyectado alrededor de un concepto base y con unas formas muy concretas. En Montjuïc, la forma sigue a la función para que sus relojes sean un producto visualmente impactante y ergonómicamente perfecto.
Con Rosendo Rabat, su hijo Rosendo “Tendu” Rabat y Eduardo Méndez al frente, todos ellos con pasión por el motor y por la relojería y siendo, al mismo tiempo, el combustible perfecto para que Montjuïc Watches arrancara.
Primeros pasos del Proyecto
Aunque el proyecto se venía fraguando desde bastante tiempo atrás, hasta llegar a los primeros meses de 2018 -momento en que realmente se pone en marcha- sucedieron una serie de cosas que serían decisivas para Montjuïc watches. Una de ellas, quizás la más importante, fue que en 2016 Rosendo y Tendu (miembros de una familia de larga tradición en Alta relojería) adquirieron la totalidad de Diverso, una empresa de distribución de relojería del Grupo Rabat. Rosendo formaba parte de esta empresa desde el principio y Tendu se había incorporado en 2014, tras obtener la licenciatura en Empresariales.
Rosendo y Tendu rehicieron la empresa por completo y la renombraron como Diverso Distribuidora. Añadieron a Momo, Glycine y Porsche Design, marcas que ya representaban otras nuevas tales como U-Boat, Anonimo, Ingersoll, Cornavin, Delma y Avi-8. Al mismo tiempo, rehicieron y consolidaron una fiel Red comercial.
Y en el caso de Eduardo, en 2018, tras más de veinticinco años en el sector de la moto, decidió que era el momento para dar un golpe de timón. Aprovechando toda la experiencia acumulada colaborando con marcas de primer nivel, y aunque las motos han sido su pasión desde siempre, decidió comenzar una nueva etapa profesional, pero ya fuera del sector de las dos ruedas.
Y ahí es donde verdaderamente comenzó Montjuïc watches. Los Rabat tenían la intención y realmente querían crear su propia marca y a Eduardo le sedujo la idea de entrar en un nuevo sector y llevar adelante un proyecto de relojería.
Tendu Rabat: “A los tres nos gustan los buenos relojes y los motores. Desde su tecnología y sus componentes hasta el ruido que estos últimos hacen y las sensaciones que producen. Tenemos que unir, conectar, esos dos mundos. Unir tecnología y belleza. Diseño y emoción”.
Rosendo Rabat: “Como relojeros que somos, la calidad y el diseño del producto es lo que tiene que convencer, no el marketing que lo rodea”.
Eduardo Méndez: “Nuestro punto fuerte ha de ser la calidad. Invirtamos todo lo necesario en controlar la calidad, de principio a fin. Hemos de ofrecer un producto con, al menos, 10 años de garantía. Si no, no será un resultado aceptable”.
Abril de 2021. Nace el Montjuïc Speed
Nace el Montjuïc Speed, el primer modelo de la marca. Un reloj con características dignas de un buen automóvil deportivo Gran Turismo: bello, ligero y sobre todo extremadamente resistente, preciso y fiable, aspectos que el cliente entendido al que se dirige sabe apreciar. En definitiva, una pieza de máxima calidad constructiva, resistente al agua, a los golpes, pero, sobre todo, a las vibraciones propias del volante de un coche deportivo o del manillar de una moto de altas prestaciones.