La industria del diamante está más cerca de implementar la trazabilidad
A partir de abril, los importadores de joyas con diamantes a Estados Unidos deberán especificar el «país de extracción» de la piedra preciosa. Así lo confirma el cambio de reglas publicado el pasado mes por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.
«País de origen» se define como «el lugar donde se extrajeron, produjeron o fabricaron los diamantes, total o parcialmente«. Y especificar esta información será obligatorio a partir del próximo mes de abril según las nuevas normas del CBP; unas normas que también estás generando muchas dudas ya que por un lado, se exige incluir el país de extracción, pero, por ejemplo, no especifica como deben manejar los envíos de bienes con diamantes extraídos de múltiples lugares. El nuevo aviso tampoco aclara si el requisito se aplica únicamente a los diamantes de 0,5 ct. o más, que son los únicos diamantes sujetos actualmente a sanciones. Además, no dice si la aduana exigirá algún tipo de documentación de respaldo para las declaraciones requeridas.
Ante estas confusiones, muchos profesionales esperan que CBP modifique (o posponga) los nuevos requisitos, pero lo cierto es que hay señales de que la agencia está intensificando la aplicación de sanciones. De hecho, desde que se promulgó la primera sanción contra los diamantes rusos, la Aduana ya ha solicitado en varias ocasiones a los servicios de transporte la información de trazabilidad de envíos específicos de diamantes en bruto y pulidos.
La trazabilidad, el cambio definitivo en la industria de los diamantes
Aunque las sanciones a los diamantes rusos podrían producir un impacto en la industria de los diamantes o las normas a cumplir puedan resultar complicadas para los profesionales, este hecho solo marca una nueva era en la industria de los diamantes, apostando por la trazabilidad y la responsabilidad ética. Algunos profesionales también están de acuerdo en que el sector ha recibido mucha más información que cualquier otro sobre cuáles serán los requisitos y que, además, el sector cuenta con la tecnología necesaria para llevarlo a cabo.
En este contexto, el pasado mes de octubre, De Beers anunció que proporcionará datos sobre el país de origen para todos los diamantes en bruto de origen De Beers por encima de 1,25 quilates que hayan sido registrado en la plataforma de rastreo de diamantes naturales Tracr. Con esta decisión, De Beers se alinea con el umbral de tamaño para los nuevos requisitos de importación de diamantes para los países del G7.
Además, la Unión Europea ya retrasó el plan de certificación de diamantes hasta el próximo 1 de marzo de 2025 con el objetivo de «dar más tiempo para establecer el esquema de trazabilidad del G7″. Este sistema, que requiere que cada diamante en bruto y pulido que se importe a la UE tenga su origen «no ruso» certificado por un sistema de seguimiento basado en blockchain, debería haber entrado en vigor el pasado 1 de septiembre