El Taller pone fin a su andadura. La compañía catalana ha concluido su plan de liquidación y ha vendido su unidad productiva, compuesta por la marca y el traspaso de dos de sus tiendas en Barcelona. El Taller, especializado en bisutería y complementos, se ha disuelto tras concluir la venta de su unidad productiva. El cese de operaciones de la empresa se produce dos años después de que solicitara concurso voluntario de acreedores y suma otro nombre a la larga lista de firmas del sector desaparecidas en los últimos años.
La venta de la unidad productiva de El Taller responde a lo contemplado en el plan de liquidación de la empresa, según han explicado fuentes de Cabedo Abogados, bufete que gestiona el proceso concursal. La compañía se ha desprendido de un paquete de activos formado por la marca y dos de sus tiendas en Barcelona con el stock, cuyos trabajadores han sido subrogados.
Complementos El Taller, la sociedad bajo la que opera la empresa, presentó concurso voluntario de acreedores en septiembre de 2015 ante el juzgado de lo mercantil número 6 de Barcelona, según consta en el Registro Mercantil. En febrero de 2016, se abrió la fase de convenio, pero el año pasado la empresa sucumbió a la liquidación.
El Taller estaba especializada en la distribución de abalorios, hilos y fornituras para la elaboración de bisutería. Mónica de Caralt, socia fundadora de la empresa, puso en marcha su primera tienda en el centro comercial Bulevard Rosa de Barcelona. Albert y Jordi Taberner se sumaron al capital de la compañía poco después de iniciar su actividad, algo que impulsó el crecimiento de El Taller en todo el país.
La compañía, que tenía su sede en Paseo de Gracia, en Barcelona, cerró 2012 con unas ventas de unos 3,3 millones de euros, según los últimos datos disponibles. El Taller llegó a estar presente en varios países extranjeros a lo largo de su trayectoria, y operó con tiendas en Roma y Caserta (Italia) y en Kuwait.
En el mercado español, El Taller operaba en puntos de venta multimarca y llegó a contar con varias tiendas en Barcelona, en las calles Muntaner y Mallorca y el centro comercial Glòries. La firma también puso en marcha establecimientos en otras ciudades catalanas como Sant Cugat del Vallès, Terrassa, Sabadell y Tarragona, así como en Madrid y Canarias. El último punto de venta monomarca de la empresa en bajar la persiana fue el ubicado en el centro comercial l’Illa Diagonal de la capital catalana.