Igualdad de oportunidades, liderazgo, confianza y empoderamiento para un futuro en el que el valor de cada persona sea lo más importante, independientemente de su género. Mientras continuamos avanzando en la sociedad reivindicando con esperanza que todos encontremos nuestro lugar con los derechos y la visibilidad que merecemos, charlamos con diferentes mujeres del sector joyero y relojero; ellas mismas nos transmiten su punto de vista a través de su trayectoria profesional.
Nerea Lozano, Cofundadora y directora ejecutiva de Mumit
¿Cómo crees que ha evolucionado el sector joyero desde tu punto de vista?
En los seis años que llevo en la industria, he visto una evolución importante, sobre todo en la forma en que las marcas conectan con su público y en cómo las mujeres estamos tomando cada vez más protagonismo. Desde que fundamos Mumit, me he dado cuenta de que hay más apertura a nuevas ideas y a visibilizar el talento femenino, aunque todavía hay espacios donde nos cuesta más llegar. Pero cada vez somos más las que estamos rompiendo con la idea de que este es un sector tradicionalmente liderado por hombres.
Y, ¿cómo es su compromiso con la igualdad? ¿Todavía quedan retos a los que enfrentarse?
El compromiso con la igualdad es cada vez más evidente, pero todavía existen retos. Hay muchas mujeres talentosas en este sector, pero en ocasiones cuesta que tengan la misma visibilidad o reconocimiento que sus pares masculinos. También sigue siendo difícil acceder a ciertas oportunidades, como financiación para emprender o espacios en los grandes mercados. Sin embargo, veo un movimiento positivo: más mujeres creando sus propias marcas, más colaboración entre nosotras y una generación que está impulsando un cambio real.
Cuéntanos un poco sobre tu experiencia como mujer en tu trayectoria profesional
Ha sido un viaje lleno de aprendizaje y crecimiento. Cuando fundamos Mumit, tenía claro que quería crear algo con alma, algo que fuera más allá de vender joyas, y eso me ha motivado cada día. Como mujer, me he encontrado con algunos desafíos, sobre todo en términos de demostrar que puedes liderar, tomar decisiones y hacer crecer un negocio en un sector competitivo. Pero lo que he aprendido es que cuando trabajas con pasión y te rodeas de personas que creen en lo que haces, todo es posible.
¿Qué ha sido hasta ahora lo más satisfactorio o lo que te ha hecho llegar hasta donde estas hoy?
Lo más gratificante ha sido ver cómo Mumit se ha convertido en una marca con identidad propia, con clientes que valoran nuestro trabajo y que nos eligen para momentos especiales de sus vidas. Hay algo mágico en ver cómo una idea que empezó con tanta ilusión va tomando forma y creciendo. Lo que me ha llevado hasta aquí ha sido la perseverancia, la capacidad de adaptarme y, sobre todo, el amor por lo que hago.
¿Qué crees que aporta la figura de la mujer a esta industria?
Las mujeres aportamos una visión diferente, más emocional y con un enfoque en los detalles que hacen especial cada pieza. La joyería no es solo un accesorio, es una historia, un sentimiento, y creo que las mujeres tenemos una conexión muy natural con ese significado. Además, estamos trayendo nuevas formas de entender la industria, más sostenibles, más inclusivas y más cercanas a lo que buscan las nuevas generaciones.
¿Una mujer que te inspire?
Me inspiran muchas mujeres, pero si tengo que elegir una, diría que mi madre. Desde pequeña, me enseñó el valor del esfuerzo y la pasión por lo que haces. En el mundo de la moda, admiro a todas las diseñadoras y emprendedoras que han sabido abrirse camino y desafiar lo establecido con su creatividad y su visión.
¿Cuál es tu mensaje para las nuevas generaciones de mujeres que se interesan por esta industria?
Les diría que crean en sí mismas y en su talento. La joyería es un mundo donde la creatividad y la autenticidad son clave, y no hay una única manera de hacer las cosas. Si tienen una idea, que se lancen sin miedo, que aprendan, que busquen rodearse de personas que las inspiren y que no permitan que nadie les diga que no pueden. La industria está cambiando, y necesitamos más mujeres que la hagan evolucionar con su propia esencia.